Icono mundial, la Catedral de Brasilia cumple 45 años

Uno de los monumentos más admirados de la capital de Brasil, la Catedral Metropolitana de Brasilia cumplió 45 años el domingo (31). Diseñada por el arquitecto Oscar Niemeyer, la construcción cuenta con 16 pilares en curvas, cuyas formas se asemejan a manos vueltas hacia arriba en señal de súplica, y mantiene una significativa colección de obras de artistas consagrados.

Situada en la Explanada de los Ministerios, región céntrica de la capital, la obra arquitectónica es conocida en todo el mundo y atrae la atención por sus diferencias respecto a los otros edificios de los alrededores. El profesor de arquitectura en la Universidad de Brasilia, Antônio Carlos Carpintero, dice que el templo católico es impresionante en todos los aspectos.

“Tiene una forma al menos inusual para la arquitectura global de las iglesias. Y está clavada en la Explanada de los Ministerios, local de las decisiones políticas, pero en una plaza autónoma, porque Lúcio Costa [responsable del proyecto urbanístico de la capital] quería mostrar que la Iglesia no forma parte del Estado”, explicó.

Construida en dos años, la catedral fue terminada en 1960 pero inaugurada solo diez años después, en 1970. Sus formas y características únicas hacen que el templo sea una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. En la entrada, un túnel negro lleva al espacio principal, donde predominan la luz natural y el reflejo de las vidrieras diseñadas por la artista francesa Marianne Peretti. Los colores azul, verde y marrón, que constituyen los vidrios que sirven de cobertura a la Catedral, ganan relieve con las columnas blancas y el piso hecho de mármol.

Del techo de la Catedral cuelgan tres ángeles –Gabriel, Rafael y Miguel–, obras del escultor Alfredo Ceschiatti. El mayor de ellos pesa 300 kilos. “Los ángeles colgados dan a la catedral una sensación de inmensidad, de ligereza. Aumentan la percepción del espacio y mejoran en gran medida el aspecto interior”, dice Carpintero. En el exterior, hay esculturas de los cuatro evangelistas.

Según el párroco de la iglesia, el padre George Albuquerque, la Catedral de Brasilia tiene características diferentes de las principales iglesias del mundo. “Por su estructura moderna y futurista, que aporta una nueva perspectiva de la fe. Por el conjunto que representa, por los elementos que la componen, ella trae ese nuevo atractivo. A diferencia de las iglesias europeas, que son cerradas y oscuras, nuestra catedral tiene un techo de vidrio, con vidrieras coloreadas”, dijo el sacerdote.

El sitio es el punto turístico más visitado en Brasilia, según la Secretaría de Turismo del Distrito Federal. De los que llegan a la capital, el 27,5% eligen la catedral como la atracción favorita en la ciudad.

Traducción: Leonardo Vieira