Alta tecnología preserva la cultura en reserva indígena brasileña
Los resultados de una experiencia inédita realizada por la ONG británica People's Palace Project y la fundación Factum Foundation, con sede en Madri, entre los días 8 y 18 de mayo en la aldea de los kuikuros, en el Parque Indígena del Xingu, fueron presentados el martes (23) en el Museo del Mañana, Río de Janeiro, durante el seminario Xingu: Arte, Tecnología y Preservación. La fundación española es líder en tecnología digital para preservación del patrimonio cultural.
El parque, que cuenta con más de 27 mil kilómetros cuadrados (aproximadamente 2,8 millones de hectáreas, incluidas las tierras indígenas Batovi y Wawi), está situado al norte del estado brasileño de Mato Grosso, en una zona de transición florística entre el Planalto Central y la Floresta Amazónica. El Parque Indígena del Xingu fue creado en 1961, como la primera área demarcada y destinada a los indios por el gobierno brasileño.
Según el director de Factum Foundation, Adam Lowe, los resultados de la residencia artística internacional registrada este mes en la aldea Ipatse, en el Territorio Indígena del Xingu, en asociación con la Asociación Indígena Kuikuro del Alto Xingu, fueron inmediatos. “Les gustó hacer ese intercambio con nosotros”, dijo Lowe, quien respondió al desafío propuesto por los artistas indígenas de llevar alta tecnología para preservar la cultura de los kuikuros.
Factum Foundation utilizó en el Alto Xingu la misma tecnología digital que en otros países. La ONG ya contribuyó para preservar la tumba de Tutankamon –faraón del Antiguo Egipto que murió en la adolescencia, hijo de Aquenáton–, en el egipcio Valle de los Reyes; los cuadros de Caravaggio –pintor italiano que actuó en Roma, Nápoles, Malta y Sicilia entre 1593 y 1610–; y la copia exacta de la Última Cena, de Miguel Ángelo, el pintor, escultor, poeta y arquitecto italiano considerado uno de los mayores creadores de la historia del arte occidental.
Según Paul Heritage, director de diretor de People’s Palace Projects, lo que quieren los indígenas es respeto a sus tradiciones y divulgación de sus cultura sin que eso conlleve destrucción en el intercambio con otras culturas. Drones e impresión en 3D fueron algunas tecnologías usadas en la experiencia conducida por Factum Foundation. Heritage dijo que, de la misma forma como los vídeos fueron utilizados hace 20 o 30 años en las aldeas para “intercambiar cultura con el mundo de los blancos”, el intercambio centró sus actividades en nuevas tecnologías.
Continuidad
La idea es continuar con esa experiencia. People's Palace Project pretende regresar, el próximo septiembre, a la aldea de los kuikuros, donde se está construyendo una choza indígena que va a “convertirse en un centro cultural”. Según Heritage, en este centro ellos podrán mostrar la cultura, danzas, rituales, máscaras y su modo de vivir. La ONG pretende también replicar la cultura indígena en otros lugares de Río de Janeiro y en Londres. “Creo que es el momento más que cierto que tenemos para aprender, del pueblo indígena, la forma como tratan el planeta, como viven juntos, la colectividad que perdimos en nuestra sociedad actual, para unirnos a su lucha por derechos políticos, por la supervivencia.”
El proyecto piloto dará lugar a otros experimentos. Gradualmente, serán construidos elementos que pueden resultar en una exposición del propio pueblo Kuikuro. Paul Heritage dejó claro que no se trata de una muestra de la ONG, sino de los indígenas. “Estamos para ayudarles a crear esa nueva aldea a través de esas tecnologías.”
Fue la primera vez que Factum Foundation, reconocida internacionalmente por sus trabajos con algunos de los mayores artistas y museos del mundo, realizó un proyecto en Brasil, a invitación de la ONG People’s Palace Projects.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: Alta tecnología preserva la cultura en reserva indígena brasileña