Abogados crean grupo de trabajo para monitorizar cárceles en Brasil
El Colegio de los Abogados de Brasil (OAB) supervisará la situación de las cárceles en Brasil con mayor rigor y de forma permanente. Tras la creación de la Cordinación de Seguimiento al Sistema Carcelario, cuyos miembros tomaron posesión este martes (4), la entidad se compromete no solo a inspeccionar las cárceles para verificar el cumplimiento de la ley que regula la ejecución de las sanciones penales y supervisar la aplicación de los recursos públicos, sino también denunciar a los estados que no garanticen a los detenidos asistencia legal, seguridad, una ocupación y condiciones de reincorporarse a la sociedad.
El presidente de la OAB, Marcus Vinicius Furtado Coêlho, explicó: "Vamos a abrir una sección de monitorización permanente para cada establecimiento. De ese modo, tendremos informaciones mensuales, actualizadas por un programa informático, para demostrar a la sociedad todo lo que ocurrió en una unidad penitenciaria en el período, las obras que se están realizando y los recursos que se están aplicando ahí."
Si se observan irregularidades, como la permanencia de detenidos temporales junto a los ya condenados, o el descuido de su integridad física, la OAB presentará demandas civiles contra los gobernantes de los lugares donde se produzcan esas faltas, como explica Coêlho: "Vamos a comprobar quién está actuando con negligencia y realizar denuncias públicas permanentes."
De acuerdo con él, la OAB también quiere que las familias de los reclusos muertos dentro de las prisiones, bajo la custodia del Estado, responsable de garantizar la integridad física de la población carcelaria, sean obligatoriamente indemnizadas: "Eso posibilitará que el Estado se dé cuenta que es más interesante colaborar con la seguridad pública y cuidar el sistema carcelario que maltratar a los seres humanos, tratándolos como animales."
La creación del grupo de trabajo se definió en diciembre, cuando la OAB denunció Brasil a la Organización de Estados Americanos (OEA) debido a las pésimas condiciones del Complejo Penitenciario de Pedrinhas, en São Luís, estado de Maranhão. Según el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), 60 presos fueron asesinados en 2013 dentro del establecimiento, el más grande de Maranhão, y que se convirtió en escenario de la reciente crisis de seguridad pública en el estado después que presos ordenaron desde el presidio que otros delincuentes atacaran comisarías y quemaran autobuses.
Traducción: Lucas Magdiel
Fonte: Abogados crean grupo de trabajo para monitorizar cárceles en Brasil
