En dos décadas, Brasil rescató a casi 50 mil personas del trabajo esclavo

Los operativos de supervisión para combatir el trabajo esclavo o análogo a la esclavitud en Brasil rescataron, en dos décadas, más de 47 mil trabajadores sometidos a condiciones degradantes y a jornadas excesivas en fincas rurales y en empresas ubicadas en los centros urbanos.

Según datos del Ministerio de Trabajo, desde 1995, cuando el país reformó su sistema de combate al trabajo esclavo contemporáneo, se llevaron a cabo 1.724 operaciones en 3.995 propiedades y se impusieron indemnizaciones cuyo valor supera los US$ 35,66 millones.

En 1995, Brasil reconoció la existencia y la gravedad del trabajo análogo a la esclavitud y tomó medidas estructurales para combatir el problema, tales como la creación del Grupo de Vigilancia Móvil y la adopción de sanciones administrativas y penales a las empresas y terratenientes que sean sorprendidos en flagrante delito. También se crearon restricciones económicas a las cadenas productivas que no respetan el derecho de ir y venir de los trabajadores, sometiéndolos a condiciones inhumanas de trabajo.

Pasados 20 años de la adopción de medidas que intensificaron la lucha contra el trabajo esclavo, Alexandre Lyra, jefe de la División de Vigilancia para la Erradicación del Trabajo Esclavo, vinculada al Ministerio de Trabajo, declaró a Agência Brasil que ese tipo de delito, que antes era más común en las zonas rurales, pasó a cometerse en las ciudades. "El año pasado, por ejemplo, rescatamos en un buque crucero a 11 tripulantes sometidos a jornadas excesivas”, explicó Lyra. 

Para él, la aprobación por parte del Congreso de la Enmienda a la Constitución sobre el Trabajo Esclavo, en 2014, fue otro avance. Lyra advirtió, sin embargo, sobre la importancia de regular la enmienda y sobre la posibilidad de modificar el actual concepto de trabajo análogo a la esclavitud. Con el desplazamiento del trabajo esclavo desde el campo hacia las ciudades, caracterizar ese delito solamente por la restricción a la libertad, como quieren algunos sectores del Congreso, en especial los ruralistas, sería un "retroceso".

"Lo que quieren los ruralistas, que ahora cuentan con el apoyo de otros sectores, como el de la construcción, es que el trabajo esclavo solo esté tipificado cuando hay supresión de libertad, lo que se trata de una idea antigua, que duró hasta 2003, cuando se produjo una innovación en la legislación que amplió las hipótesis de trabajo análogo a la esclavitud en el Código Penal", advirtió Lyra. "La idea de que el trabajo esclavo se refiere solamente a la supresión de libertad, vigilancia armada e imposibilidad de ir y venir ya no encuentra respaldo en las tipificaciones actuales. Si se excluye del concepto de trabajo análogo a la esclavitud aspectos como la condición degradante y la jornada excesiva, poco restará."

Para el fiscal general del Trabajo, Luís Antônio Camargo, aunque el país debe lamentar la existencia del trabajo esclavo, debe también reconocer que ha habido avances. Para él, la articulación entre los distintos organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil permitió al país obtener el reconocimiento y el respeto de todo el mundo en lo que se refiere a la lucha contra este delito. La creación del grupo móvil de inspección y el arranque del plan para la erradicación del trabajo esclavo, según Camargo, fueron pasos fundamentales y contribuyen a un avance significativo en la lucha contra el problema.

Este miércoles (28), Día Nacional de Combate al Trabajo Esclavo, Lyra recordó que cualquier persona puede denunciar situaciones de trabajo degradante por intermedio del servicio telefónico Llame al 100. "Ese es el medio más democrático, pero hay también otras opciones como la Comisión Pastoral de la Tierra, la Fiscalía del Trabajo o incluso las sucursales del Ministerio de Trabajo, donde basta con llamar al 100 que un operador especializado recibirá la denuncia".

Traducción: Lucas Magdiel