Muere el último remanente de grupo indígena aislado en la Amazonía
La Fundación Nacional del Indio (Funai) comunicó la muerte, el pasado martes (23), del indígena que vivía aislado en la Tierra Indígena Tanaru, en el estado de Rondônia. Conocido como el “Indio del Hoyo”, el hombre era el último remanente de un grupo étnico no identificado que fue masacrado en la década de 1990.
El indígena estaba monitoreado por la Funai desde hace 26 años. Según la fundación, el equipo del Frente de Protección Etnoambiental Guaporé encontró su cuerpo en una hamaca dentro de la choza donde vivía. Un peritaje fue realizado por la Policía Federal con la presencia de expertos del Instituto Nacional de Criminalística de Brasilia y el apoyo de peritos criminalistas de la ciudad de Vilhena. El análisis fue acompañado por empleados de la Funai.
No había señales de violencia en el sitio. “Las pertenencias, utensilios y objetos de uso habitual del indígena estaban en sus respectivos lugares. Dentro de la choza había dos puntos de fuego cerca de su hamaca”, dice la nota del órgano. Según la Funai, que lamentó profundamente la pérdida, la muerte aparentemente se produjo por causas naturales.
Los aislados que vivían en la región fueron blanco de varios ataques durante las décadas de 1980 y 1990. El grupo de este indígena, que ya era pequeño, terminó siendo diezmado y dejando como único sobreviviente al hombre, cuya característica sobresaliente era cavar hoyos en el interior de las chozas donde vivía.
La Funai hizo algunos intentos de contactar al indígena hasta que quedó claro que él no quería que se le acercara. Entonces, desde 2005, solo ha sido monitoreado por los equipos del organismo. Los servidores a veces le dejaban herramientas y semillas en los lugares por donde pasaba.