Brasil no logró reducir la brecha entre ricos y pobres entre 2000-2014
La tasa de reducción de la desigualdad social en Brasil se mantuvo estable entre 2000 y 2014. Pese al crecimiento de ingresos entre las personas más vulnerables y extremadamente pobres, Brasil no logó, a lo largo de 14 años, reducir la brecha entre ricos y pobres.
Así lo concluye el Radar IDHM, un índice que compara las tendencias de crecimiento de los indicadores sociales en la década de 2000-2010 y en período 2011-2014.
Lanzado esta semana por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), en colaboración con el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) y la Fundación João Pinheiro, el IDHM revela que el Coeficiente de Gini, que mide el nivel de desigualdad, tuvo una reducción del 0,6% en la década de 2000 a 2010, la misma verificada en el período 2011-2014. Para expertos, la reducción es poco significativa.
Pobreza extrema
Por otra parte, la investigación muestra que entre 2011-2014, la proporción de personas con ingresos per capita inferiores a R$ 255,00 (US$ 76,17) disminuyó al 9,3% por año, mientras que entre 2000-2010 se verificó una disminución anual del 3,9%. La reducción fue aún mayor en el grupo de personas con ingresos inferiores a R$ 70,00 (US$ 20,91), grupo que presentó una caída anual del 14% entre 2011-2014, contra el 6,5% entre 2000-2010.
Según el coordinador del Estudios Territoriales Urbanos del Ipea, Marco Aurélio da Costa, Brasil alcanzó un índice de extrema pobreza residual, equivalente al índice identificado en países desarrollados.
Sin embargo, las políticas de transferencia de ingresos y de valorización del salario mínimo no fueron suficientes para cambiar de forma significativa la brecha entre los más pobres y los más ricos. Las proyecciones muestran que la desigualdad en Brasil es tan intensa que, aun cuando los ingresos de los pobres crecen dos veces respecto al crecimiento de los ingresos de los más ricos, el impacto sobre la desigualdad todavía no es inmediato.
"La desigualdad sigue siendo un desafío para Brasil. Podemos mitigar la pobreza, sacar a las personas de la situación de pobreza extrema, pero los que ganan más siguen ganando aún más. Así que la brecha de la desigualdad sigue muy grande", explica Andréa Bolzon, coordinadora del informe de Desarrollo Humano Nacional del Pnud en Brasil.
Aunque el estudio no aporta detalles sobre las causas de los cambios en los indicadores sociales, para PNUD, la desigualdad toma en cuenta no solo la diferencia en ingresos, sino también las disparidades territoriales, de género y de raza. "Reducir la desigualdad requiere discutir el asunto con la sociedad y adoptar otro conjunto de políticas, como disminuir grandes fortunas y gravar herencias.
Ajustes fiscales
Los expertos del Ipea y del PNUD estiman que la desigualdad no deberá aumentar como resultado la crisis económica actual, aunque advierten que las políticas que plantea el gobierno con miras a contener el gasto público deben incluir una preocupación en torno a la desigualdad.
"Varios estudios demuestran que vivir en una sociedad desigual es malo para todos. Es malo para quienes son más vulnerables y también para los demás. Se crea un estado de malestar, pues una sociedad muy desigual es una sociedad enferma. Entendemos la necesidad de hacer un ajuste fiscal, de tener una actitud responsable sobre las cuentas públicas, pero no podemos dejar de lado las personas más vulnerables y extremadamente pobres. No podemos pensar únicamente en pagar cuentas sin ninguna consideración a las personas".
Los expertos todavía no saben cuál será el impacto de la crisis económica en otros indicadores sociales, pero reconocen que el panorama puede cambiar. "Es posible que un conjunto de políticas restrictivas, de ajuste fiscal, genere algún tipo de impacto. También es posible que las mismas medidas generen algún tipo de entorno económico favorable y afecten los ingresos de otra manera", apuntaló.
Traducción: Lucas Magdiel
Fonte: Brasil no logró reducir la brecha entre ricos y pobres entre 2000-2014