El Fondo Amazonía recibe las primeras donaciones de EE.UU. y Suiza
El Fondo Amazonía recibió formalmente esta semana las primeras donaciones prometidas por Estados Unidos y Suiza, por un total de R$ 45 millones. Los dos países se unen así a la iniciativa que existe desde hace 15 años y hasta ahora contaba con aportes solo de Noruega, Alemania y de la petrolera estatal Petrobras.
Los contratos aprobados por el consejo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que administra el fondo, son de US$ 3 millones (unos R$ 15 millones) y de 5 millones de francos suizos (unos R$ 30 millones), respectivamente.
El gobierno suizo anunció su adhesión al fondo en julio de este año, durante un foro de inversiones celebrado en Brasilia. La participación de EE.UU. era esperada desde abril, cuando el presidente Joe Biden declaró que el país pretende invertir US$ 500 millones en el Fondo Amazonía en los próximos cinco años.
El Fondo Amazonía
Creado en 2008, el fondo es la principal acción internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y preservar los bosques de la región.
Desde su creación, ha recibido R$ 3.400 millones y ha financiado más de 102 proyectos para preservar la floresta y promover actividades sostenibles en la Amazonía, con una inversión total de R$ 1.750 millones. El mecanismo determina el apoyo no reembolsable a acciones para prevenir, vigilar y combatir la deforestación y para la conservación y el uso sostenible de la Amazonía Legal, así como para el desarrollo de sistemas de vigilancia y control de la deforestación en otros biomas brasileños o países tropicales, hasta un límite del 20% de los recursos del fondo.
Según el BNDES, los proyectos ya apoyados han beneficiado a aproximadamente 241 mil personas con actividades productivas sostenibles, así como a 101 tierras indígenas de la Amazonía y 196 unidades de conservación.
Reanudación
En 2019, durante el gobierno de Jair Bolsonaro, el entonces ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, extinguió los dos comités responsables de la gestión de los recursos del Fondo Amazonía, lo que imposibilitó la financiación de proyectos y la continuidad de las donaciones. La existencia de estos comités es una condición contractual para los donantes, para evitar que el dinero se destine a otros fines. Según datos del BNDES, Brasil dejó de invertir cerca de R$ 3 mil millones en acciones ambientales entre 2019 y 2022, monto que permaneció en el fondo tras la disolución de los comités orientadores.
En octubre de 2022, el Supremo Tribunal Federal (STF) ordenó al Gobierno Federal que tomara las medidas necesarias para reactivar el Fondo Amazonía. En aquel entonces, la mayoría de los jueces concluyó que la extinción de los comités era inconstitucional, ya que significaba una omisión del gobierno en su deber de preservar la Amazonía. Restablecidos por decreto el 1 de enero de 2023 por el presidente Lula, los comités reanudaron sus actividades, lo que permitió nuevos aportes.
