Hace 30 años, el Plan Real acabó con la hiperinflación en Brasil
Uno de los planes más innovadores de la economía mundial cumple 30 años este lunes (1). Hace exactamente tres décadas, el cruzeiro real, una moneda corroída por la hiperinflación, dio paso al real, que estabilizó la economía brasileña. Una apuesta arriesgada que supuso una especie de ingeniería social para desindexar la inflación tras sucesivos planes económicos fallidos.
En medio de tantos indexadores creados para corregir precios y salarios, el equipo económico del entonces gobierno de Itamar Franco creó un superindexador: la Unidad Real de Valor (URV). Durante tres meses, todos los precios y salarios se desglosaron en reales cruzeiros y URV, cuya cotización variaba diariamente y estaba más o menos vinculada al dólar. Hasta el día de la creación del real, cuando 1 real valía 1 URV, que a su vez valía 2.750 reales cruzeiros.
"Hay una excelente expresión popular: el ingeniero de obra hecha. Después de hecho, dice: 'Ah, bueno, tendría que haberlo hecho así'. Pero durante el proceso... Recordemos que fue un proceso extraordinariamente arriesgado, difícil, con contratiempos, podría haber salido mal en varios momentos", recordó el economista Persio Arida, uno de los padres del Plan Real, en una entrevista con TV Brasil durante el lanzamiento en São Paulo de su libro sobre los 30 años del plan económico.
Al indexar toda la economía, la URV pudo reajustar lo que los economistas llaman precios relativos, que miden cuántos bienes y servicios diferentes se pueden comprar con la misma cantidad de dinero. Combinado con un tipo de cambio fijo al principio y tipos de interés altos para atraer capital extranjero, el plan funcionó. En junio de 1994, el Índice Nacional de Precios al Consumo Amplio (IPCA) había alcanzado el 47,43%. El indicador cayó al 6,84% el mes siguiente y a sólo el 1,71% en diciembre de 1994.
Consenso político
El éxito del Plan Real, sin embargo, no se debe sólo a la URV. En un raro momento de consenso político y hartazgo con la hiperinflación, el Congreso Nacional fue importante al aprobar medidas para sanear las cuentas públicas. Una de ellas fue la creación del Fondo de Emergencia Social, que desvinculó parte de los ingresos del Gobierno y flexibilizó el presupuesto en el segundo semestre de 1993.
Virene Matesco, profesora de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV), afirma que la coordinación política fue esencial para el éxito del Plan Real. "Hubo una acción política de un gobierno de transición, del presidente Itamar Franco. Fue un gobierno desprovisto de vanidad, que dio protagonismo al presidente Fernando Henrique Cardoso [entonces ministro de Hacienda]. Había una perfecta armonía entre la política y la economía para tener un impacto en la sociedad, con un Congreso desorganizado tras la destitución del ex presidente Collor", afirma.
Gustavo Franco, uno de los creadores del Plan Real y presidente del Banco Central durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, afirma que el plan supuso recabar apoyo político antes de ponerlo en práctica.
"El Plan Real es una política pública en la que participaron personas que entienden del tema, que hablaron entre sí y que se organizaron bajo una dirección política para explicar conceptos y recabar apoyo político. Luego está toda la ingeniería social necesaria para hacer realidad un empeño colectivo tan importante, que debe implicar a todo un país. No es tan sencillo", dijo el economista en la presentación del libro del 30 aniversario del plan.
Beneficios
Otro de los padres del Plan Real, el economista Edmar Bacha, presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) al inicio del gobierno de Fernando Henrique, afirma que el objetivo del plan era fundamentalmente acabar con la hiperinflación. Según él, otras mejoras económicas, como el aumento del poder adquisitivo, vinieron después.
"Al acabar con la hiperinflación, el plan dio poder adquisitivo a los salarios de los trabajadores. Los salarios ya no se fundían, y los trabajadores no tenían que correr al supermercado el primer día que recibían su salario para llegar antes que las máquinas que marcaban los precios. Todo el pandemónium que era la vida brasileña con la inflación ha pasado a la historia. Para imaginar el legado del plan, compárese con la Argentina de hoy, que está intentando hacer lo que nosotros hicimos con éxito hace 30 años", dice Bacha.
Reconocimiento
Tres décadas después, economistas de diversas tendencias reconocen el éxito del Plan Real para acabar con la hiperinflación.
"El mayor logro del Plan Real fue reducir la inflación a niveles civilizados, los de cualquier país con un sistema económico mínimamente normal. Hoy, la inflación está entre el 4% y el 5% anual. El mérito del Plan Real fue principalmente la civilización. Tal como estaba en Brasil, los que más sufrían eran los más pobres", afirma el economista Leandro Horie, del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (Dieese), que critica el impacto de la política de altos tipos de interés en la industria.
La economista Leda Paulani, también crítica con los altos tipos de interés y la dependencia de la economía brasileña del agronegocio, afirma que el fin de la indexación de precios fue el principal beneficio del Plan Real. "Fue un gran éxito desde el punto de vista de la estabilidad monetaria y consiguió dar estabilidad humanitaria a la economía brasileña. El Plan Real consiguió crear un remedio especial para un tipo de inflación muy especial que teníamos, que era una inflación marcada por el proceso de indexación", afirma.
Virene Matesco dice que se emociona cuando imparte clases sobre el Plan Real. "Si nuestras vidas son hoy mucho mejores, es gracias a nuestros economistas, que construyeron un plan que perjudicó muy poco a la economía. En cualquier sociedad del mundo, luchar contra la inflación es extremadamente doloroso y causa grandes inconvenientes. El Plan Real acabó con la hiperinflación sin apenas dolor. Fue un plan extremadamente transparente, llevado a cabo por etapas y muy bien comunicado a la población", afirma.
*Con la colaboración de Vanessa Casalino, de TV Brasil