Brasil: etapa 30 de la Operación Autolavado destapa nuevos sobornos

La trigésima etapa de la Operación Autolavado, bautizada como “Vicio”, se lanzó conjuntamente por la Policía Federal y el fisco este martes (24) e investiga el pago de más de US$ 11,2 millones en sobornos a través de contratos fraudulentos entre Petrobras y dos proveedores de tubos de acero.

En una nota, el Ministerio Público Federal en Curitiba explica que dichos contratos suman más de US$ 1,4 mil millones, y que los sobornos tenían como objetivo obtener ventajas indebidas de la Dirección de Servicios de la estatal. Evidencias sugieren que la trama de sobornos operó por lo menos entre 2009 y 2013, siendo que los montos ilegales pagados, tanto en Brasil como en el exterior, superan los US$11,2 millones.

Las autoridades cumplen 20 órdenes de busca e incautación y 9 de conducción coercitiva (cuando se obliga al sospechoso a declarar en la comisaría) en Río de Janeiro y São Paulo. Ya dieron cumplimiento a dos órdenes de prisión preventiva, relacionadas con los ejecutivos Eduardo Aparecido de Meira y Flávio Henrique Macedo, socios de la empresa Credencial Construtora Empreendimentos e Representações Ltda, que aparece implicada en la trama como vehículo para la transferencia de sobornos.

En una conferencia de prensa para detallar la nueva etapa del operativo, el fiscal de la República Roberson Pozzobon, uno de los integrantes del grupo de trabajo de la Operación Autolavado, afirmó que el exministro de la Casa Civil José Dirceu y su hermano Luiz Eduardo de Oliveira recibieron US$ 477 mil en sobornos. El exdirector de Petrobras Renato Duque también fue mencionado como uno de los beneficiarios de desvíos en los mismos contratos.

La semana pasada, el juez federal Sergio Moro, a cargo de las investigaciones, condenó el exministro a 23 años y 3 meses de prisión por los delitos de corrupción activa, lavado de dinero y asociación para delinquir. La sentencia deberá ser cumplida, inicialmente, en régimen cerrado, aunque puede ser apelada.

Renato Duque fue condenado en otros dos procesos penales y sus penas suman 50 años y 11 meses en prisión.

De acuerdo con la nota, el nombre de la operación alude a las sistemáticas, recurrentes y aparentemente dependientes prácticas de corrupción llevadas a cabo por determinados empleados de Petrobras y agentes políticos que al parecer no actúan de otra manera sino por medio de actos perjudiciales al Estado.

El término “vicio” también se refiere a la idea de que algunos sectores del Estado deben someterse a una “desintoxicación” en sus procedimientos corruptos de contratación, como queda patente en las acciones de sus representantes, agrega la nota.

Traducción: Lucas Magdiel