Seis escuelas de samba del Grupo Especial se presentan en Río

La primera noche de desfiles de las escuelas de samba del Grupo Especial de Río de Janeiro tuvo política, literatura y música en los enredos. Grandes alegorías fueron vistas desde el principio hasta el final del desfile de las seis asociaciones, pero Salgueiro y Beija-Flor levantaron más a la audiencia con sus numerosos seguidores.

El desfile de la escuela Paraíso do Tuiuti, desafortunadamente, fue marcado por el atropellamiento de más de 20 personas por uno de sus carros alegóricos. La escuela habló del movimiento modernista antropófago  y del Tropicalismo, y entró en la avenida Marquês de Sapucaí con muchos colores de la fauna y de la flora nacionales.

El administrador Rodrigo Sodré, de 37 años, estaba en el coche accidentado, y contó que la situación provocó inmenso nerviosismo. “Se pudo ver el coche arrugado. Dio una angustia muy grande.” A pesar del incidente, él dijo confiar que la escuela hizo un buen espectáculo.

Con grandes alegorías y ricos trajes, Acadêmicos do Salgueiro sacudió la Sapucaí con una historia que comenzó en el infierno y recurrió el camino de la Divina Comedia de Dante hacia el cielo.

Unidos de Vila Isabel contó la influencia de la cultura negra en los ritmos que conquistaron el continente americano, como la samba, el blues, el soul, el rap y el hip hop.

Imperatriz

El desfile de Imperatriz Leopoldinense tuvo como grandes estrellas los indios del río Xingu, cuyas demandas por derechos y sostenibilidad fueron amplificadas por un enredo que llegó a ser criticado por sectores del agronegocio. El cacique kayapó Raoni Metuktire, de 86 años, fue el destaque de un carro alegórico dedicado a él y tuvo la ayuda de su nieto Beptuk Metuktire, de 22 años, para traducir al portugués su mensaje de gracias.

“Lo bueno es que los blancos se acordaron de nosotros, porque tiene mucho impacto para la población indígena lo que hacen cuando quieren destruir a nuestros parques y bosques y contaminar los ríos”, dijo el cacique.

Ianacula Kamayurá, de 61 años, no se sorprendió con que la trama ha molestado al agronegocio. “La historia habla más de respeto, de la necesidad de preservar la tierra. Sin embargo, la verdad a veces duele.”

La cantante Ivete Sangalo fue la gran homenajeada de la escuela Grande Río. En una apuesta audaz, la estrella se presentó en la coreografía de la comisión de frente y, cuando llegó a la dispersión, un coche la estaba esperando para llevarla rápidamente a la última carroza. El plan funcionó, y el público salió ganando al ver la diva pasar dos veces por el Sambódromo.

Beija-Flor, la última escuela, desfiló ya con el día claro, pero tuvo el apoyo de la multitud, que no se dejó vencer por la fatiga después de más de ocho horas de presentaciones. La escuela recontó la historia de la india Iracema, personaje de la novela homónima de José de Alencar, en un desfile de carrozas y trajes lujosos y coloridos, que compensaron la desventaja de desfilar por la mañana. Todos los miembros de la escuela y el público en las gradas sabían la letra de la samba, fácil de cantar.

El desfile de las escuelas del Grupo Especial continúa esta noche (27), cuando seis escuelas más pasan por la avenida.

Traducción: Leonardo Vieira