Las pajillas de plástico fueron prohibidas el pasado fin de semana en el estado de São Paulo. El producto ya no puede ser ofrecido en hoteles, restaurantes, bares, panaderías, clubes nocturnos y eventos musicales de ningún tipo, entre otros establecimientos.
El producto debe ser sustituido por otros de papel reciclable, o un material comestible o biodegradable, y venir envuelto en sobres herméticamente cerrados hechos del mismo material. En caso de incumplimiento, el establecimiento comercial podrá ser multado, y el importe cobrado podrá ser el doble en caso de reincidencia.
Villano ambiental
“La paja plástica es uno de los mayores problemas contemporáneos. Si cada brasileño utiliza una pajilla de plástico al día, en un año se utilizan más de 75 mil millones de pajillas. Los estudios demuestran que más del 95% de la basura de las playas brasileñas está hecha de plástico. Al igual que otros tipos de desechos, todo este material termina llegando al mar, dañando así el hábitat natural y la salud de los animales que con demasiada frecuencia mueren por comer este material desechado por los seres humanos”, dijo Rogério Nogueira, autor del proyecto de ley sobre el tema.
En la capital del estado, la ley ha estado en vigor desde junio, pero con un período de regulación de 180 días.
