Lluvias: alerta a las presas 3 años después de la rotura en Brumadinho
Las lluvias de las primeras semanas de 2022 en el estado brasileño de Minas Gerais han puesto en alerta a la industria minera, mientras que los habitantes de las zonas cercanas a las minas y presas vuelven a temer que se repitan tragedias como la de Brumadinho. El episodio que se cobró la vida de 270 personas cumple este martes (25) exactamente tres años.
Desde entonces, la industria y el gobierno han anunciado medidas que prometen aportar mayor seguridad a la población. Sin embargo, un dossier publicado la semana pasada por la Fiscalía de Minas Gerais (MPMG) muestra que el escenario actual sigue siendo preocupante. Se comprobó que 18 de las 31 estructuras mineras del estado necesitan medidas de emergencia.
El informe es el resultado de una colaboración con la Fundación Estatal del Medio Ambiente (FEAM), una agencia medioambiental vinculada al gobierno de Minas Gerais. Se recopiló información, como el promedio de precipitaciones en cada presa, la existencia o no de un plan para la temporada de lluvias, la evaluación del sistema de drenaje, las referencias a las anomalías y patologías registradas, además de las acciones de mantenimiento y seguimiento previstas.
El estudio, considerado preventivo, se anunció como respuesta a los últimos acontecimientos en medio de las lluvias torrenciales. En algunas localidades se registraron más de 200 milímetros en tan solo dos días.
Según la Fiscalía, las empresas mineras dispusieron de un plazo de cinco días para presentar documentos y aportar aclaraciones. Expuestas al alto volumen de precipitaciones, las 18 estructuras necesitarán algún tipo de intervención específica para evitar nuevas complicaciones.
El pasado 8 de enero, una presa de la mina Pau Branco, propiedad de la empresa minera francesa Vallourec, se desbordó en la ciudad de Nova Lima. No hubo ruptura de la estructura ni muertes, pero la carretera federal BR-040 se vio afectada y estuvo bloqueada durante casi dos días. Vallourec recibió una multa de R$ 288 millones del gobierno de Minas Gerais.
Un día después, el susto fue en el municipio de Pará de Minas. La población que vive en los alrededores de la presa de la Central Hidroeléctrica de Carioca recibió instrucciones de abandonar sus casas a toda prisa, debido al riesgo de ruptura, aunque la estructura de la empresa textil Santanense no es una presa minera, sino de agua.
En la ciudad de Congonhas, la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN) justificó la suspensión de los trabajos el domingo (9) por el aumento del volumen de lluvia. Una decisión del Tribunal de Justicia de Minas Gerais (TJMG) ordenó hace quince días el envío de inspectores de Defensa Civil para averiguar la situación, cerca de la presa Casa de Pedra.
La empresa minera asegura que los desprendimientos están en la zona exterior de la presa y que está trabajando para resolver el problema. El 11 de enero, la CSN también levantó la alerta respecto a la presa B2 de la Mina de Fernandinho, en el municipio de Río Acima.
El 13 de enero, Vale anunció un cambio en las condiciones de seguridad de dos estructuras: la presa Área IX, de la Mina da Fábrica, en Ouro Preto, y el dique Elefante, de la Mina Água Limpa, en Río Piracicaba.
“La compañía ya ha iniciado estudios y acciones correctivas en ambos casos. No hay ocupación permanente de personas en las zonas de autorescate correspondientes”, informó Vale en aquel entonces.
Debido a las fuertes lluvias, se suspendieron las operaciones en varias minas. El Instituto Brasileño de Minería (Ibram), que representa a las mayores empresas del sector, emitió un comunicado en el que afirma que el sector actúa con cautela ante los fenómenos naturales y que las paradas fueron medidas de precaución temporales para minimizar los riesgos.
“Ibram estima que, si dura poco tiempo esta intensidad de las precipitaciones, no habrá impacto en la variación de los precios de los minerales y en la oferta. Todas las estructuras que conforman las empresas -como las presas de residuos- están siendo monitoreadas las 24 horas del día y, ante cualquier signo de anormalidad, se comunica inmediatamente a las autoridades y se toman inmediatamente medidas de emergencia, como las alertas”, informó la entidad.