Se protegerán más de un millón de hectáreas en la Caatinga
El Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA) anunció la selección de 12 proyectos prioritarios para la creación de unidades federales de conservación en el bioma de la Caatinga, a ser implementados hasta 2026, los cuales resultarán en alrededor de 1 millón más de hectáreas protegidas en los estados de Piauí, Río Grande del Norte y Ceará.
"Los estudios científicos nos están mostrando que ya tenemos un aumento de zonas que antes eran semiáridas y se están volviendo áridas. Es el cambio climático. Si descaracterizamos la Caatinga, agravamos el problema", advirtió la ministra Marina Silva.
El anuncio se ha hecho esta semana en Petrolina, Pernambuco,durante el lanzamiento de la campaña “Tierra, Bosque, Agua - Movimiento Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía”.
Las iniciativas forman parte de una misión que reúne a los gobiernos federal y locales, así como al secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, Ibrahim Thiaw, para hacer frente a los efectos del cambio climático en la Caatinga, un bioma que cubre el 12% del territorio del país.
Biodiversidad
Según datos del Ministerio, la desertificación afecta al 13% de la región semiárida brasileña. Se trata de regiones donde la actividad humana y las variaciones climáticas han provocado la pérdida total de la biodiversidad, de la capacidad de proporcionar servicios ecosistémicos e incluso de la capacidad productiva del suelo para la seguridad alimentaria.
Situada íntegramente en la región semiárida, la Caatinga sólo existe en Brasil y alberga una biodiversidad única, con un gran número de especies endémicas que sólo se dan en este bioma. Tales características –sumadas al hecho de que el 60% de su territorio está ocupado por personas– hacen que la vegetación nativa de esta región sea la más susceptible al cambio climático, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Desde 2015, Brasil cuenta con una Política Nacional de Combate a la Desertificación y Mitigación de los Efectos de la Sequía, pero en los últimos años la deforestación en la Caatinga ha avanzado, según el Informe Anual de Deforestación de Mapbiomas. En 2023, por ejemplo, más de una quinta parte de las alertas de deforestación en todo Brasil se dieron en el bioma.
En total, 201.687 hectáreas de Caatinga fueron deforestadas, un aumento del 43,3% en comparación con 2022. Los estados de Bahía, Ceará y Río Grande del Norte lideraron el crecimiento de las alertas de deforestación en la región, pero el 87% de los municipios del bioma registraron al menos un evento.
Proyectos
Durante la reunión de la Misión Caatinga en Pernambuco, se anunció el proyecto "Conecta Caatinga", para promover la gestión integrada del paisaje en el bioma, a través de acciones de recuperación de la vegetación nativa y de las masas de agua, estimulando el desarrollo de una socioeconomía baja en carbono y conectando la vegetación entre las áreas protegidas. Se invertirán R$ 30,2 millones procedentes del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM).
El proyecto “Arca: áreas protegidas de la Caatinga” es otra iniciativa para proteger el bioma mediante la ampliación y consolidación del Sistema Nacional de Unidades de Conservación de la Naturaleza, con la participación de las comunidades locales, destinada a elaborar planes de gestión de áreas de preservación en los estados de Bahía, Pernambuco y Piauí, los más deforestados en el último año. El Fondo del Marco Mundial para la Biodiversidad ya ha aprobado inversiones de unos R$ 50 millones.
También se anunció la creación de la Red de Investigadores sobre Desertificación y Sequía para apoyar la implementación de políticas públicas nacionales, recogiendo las principales evidencias científicas para apoyar la toma de decisiones de los gestores en el enfrentamiento a la emergencia climática.