Operaciones de rescate intentan salvar a delfines amazónicos
La sequía en la Amazonia ha causado estragos en la vida silvestre, afectando gravemente a los delfines que habitan en la región. Miriam Marmontel, líder del Grupo de Mamíferos Acuáticos de Mamirauá, ha alertado sobre la crítica situación que enfrentan estos animales en el lago Tefé, en el estado de Amazonas. Para prevenir más muertes, el grupo ha estado llevando a cabo acciones de emergencia para rescatar a los delfines amazónicos.
Marmontel destacó que el año pasado, los delfines ya habían sufrido las consecuencias de las condiciones climáticas extremas, con cientos de ellos pereciendo durante la histórica sequía que azotó la región. Estos delfines no solo son fundamentales para la biodiversidad de la Amazonia, sino que también son símbolos culturales importantes.
"Nos preocupa que se repitan las condiciones de baja profundidad y altas temperaturas del año pasado, las cuales resultaron en la muerte de al menos 209 delfines amazónicos, de los cuales 178 eran delfines rojos y 31 tucuxis. Este número es alarmante, especialmente en relación con la estimación de la población de delfines en el lago Tefé. Se calcula que el año pasado perdimos cerca del 15% de la población de delfines rojos y tucuxis de la zona", declaró la investigadora en una entrevista con el programa Viva Maria, de Radio Nacional.
Sequía
Miriam Marmontel comentó que el Grupo de Mamíferos Acuáticos de Mamirauá había recibido información de que al menos siete delfines rojos de río estaban atrapados en lagos debido a la sequía. Lamentó el escaso número de rescates realizados hasta el momento. "En siete días solo logramos capturar dos delfines: una hembra adulta y un macho joven, ambos aparentemente en buen estado de salud. Esto se basó en los análisis clínicos preliminares y algunas muestras de sangre que recolectamos. Estos datos nos permitirán monitorear su condición en las próximas semanas", explicó.
La estrategia, según la investigadora, es trasladar a los delfines desde estos lagos aislados hacia el río Solimões, ubicado en la zona final de la reserva de Mamirauá. Sin embargo, anticipa que las operaciones de rescate serán extremadamente complicadas.
"Las comunidades ribereñas de la zona han informado que están completamente aisladas, lo que convierte la misión en un gran desafío. Tendremos que llegar a una playa y luego caminar durante mucho tiempo con todo el equipo. Según las comunidades locales, los delfines están atrapados en un área que requiere al menos 18 minutos de caminata desde la laguna hasta el río Solimões", comentó.
Explicó además que los delfines son animales robustos que pueden alcanzar hasta 2,5 metros de longitud, lo que hace necesario transportarlos por tierra. "Aún no sabemos si el terreno será fangoso, ya que las aguas están retrocediendo, o si se tratará de una playa. En cualquier caso, el transporte será muy complicado y requerirá la ayuda de muchas personas para mover a un animal tan grande, que obviamente estará bajo mucho estrés", concluyó.
*Con información de Mara Régia, de Radio Nacional