Presidente argentino hace su primera visita oficial a Brasil

El presidente argentino, Mauricio Macri, realiza este martes (7) una visita de Estado a Brasilia –la primera desde que asumió el cargo, hace 14 meses–. El objetivo es fortalecer la relación con Brasil, principal socio argentino en la región, en el momento en que los dos países quieren eliminar barreras comerciales y conquistar terceros mercados, mientras los Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, amenazan con adoptar una política más proteccionista.

“La reunión de los presidentes Mauricio Macri y Michel Temer abre nuevas posibilidades, ya que, por primera vez en mucho tiempo, Argentina y Brasil están sintonizados en términos de política monetaria, cambio y comercio", dijo el economista Dante Sica, de la consultora Abeceb.

Él recuerda que los dos países son los principales socios del Mercosur, pero que el comercio bilateral en 2016, de US$ 22,5 mil millones, fue el más bajo de los últimos diez años. “En las últimas dos décadas, la agenda del Mercosur fue repetitiva y los intereses de Brasil y Argentina a menudo se cruzaron, cada país tratando de manejar su propia crisis”, añadió Sica.

A pesar de las incertidumbres políticas en un Brasil sacudido por    investigaciones de corrupción, diplomáticos brasileños y argentinos coinciden en que el diálogo entre los gobiernos está “más fluido” que en el pasado reciente y que existe buena voluntad de ambas partes para “escuchar sugerencias y superar los problemas”. “Hay una afinidad porque tanto Brasil como Argentina han adoptado el tipo de cambio flexible, establecieron metas de inflación y defienden negociaciones para integrar el Mercosur a otros mercados”, afirmó.

Agenda bilateral

Uno de los temas de la reunión entre Macri y Temer es la adopción de normas técnicas comunes (como las sanitarias y fitosanitarias) para reactivar el bloque económico y facilitar las negociaciones con otros mercados, como la Unión Europea.

En los encuentros entre las delegaciones de los dos países, también se discutirán temas bilaterales, como el déficit argentino de US$ 4,3 mil millones en la balanza comercial, que preocupa a Macri. El empresario fue elegido presidente con la promesa de reducir la inflación (el 40% en 2016) y la pobreza, que afecta a un tercio de los argentinos, además de atraer nuevas inversiones.

Sin embargo, el primer año de su mandato coincidió con la recesión en Brasil y con la elección de Donald Trump, que ahora quiere revisar los acuerdos de integración comercial de los Estados Unidos. Este año, Macri –quien tiene el 45% de aprobación–, todavía se enfrenta a elecciones legislativas y el desafío de obtener mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado, lo que no tiene hoy.

Brasil, por su parte, quiere incluir el azúcar en la unión aduanera, una propuesta a que Argentina resistió en los últimos 20 años y ahora puede ser revisada. Los argentinos producen azúcar en el norte del país y mantenían su mercado cerrado a las importaciones procedentes de Brasil alegando que los productores brasileños reciben incentivos del gobierno.

Otro tema que preocupa a Brasil es la nueva ley argentina que fomenta la industria del automóvil a comprar piezas producidas en aquel país. Los fabricantes de vehículos en Argentina que tengan al menos un 30% de contenido nacional se beneficiarán de reducción de impuestos. Brasil quiere que sus autopiezas sean consideradas “nacionales” por los argentinos.

Para Macri, la relación con Brasil es crucial: el 40% de las exportaciones industriales argentinas están destinados al mercado brasileño. Por su parte, Brasil tiene un stock de inversión de US$ 12 mil millones en Argentina. Tanto Macri como Michel Temer están apostando por la reanudación del crecimiento económico en ambos países y por el fin de la recesión.

Traductor: Leonardo Vieira