Brasil espera auditoría rigurosa en elecciones bolivianas
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil informó en una nota que el gobierno brasileño espera que la auditoría del reciente proceso electoral en Bolivia, iniciada el jueves (31), “produzca resultados serios y rigurosos en cuanto a su legitimidad, y que sean vinculantes para las partes implicadas, con el objetivo de respetar el deseo soberano del pueblo boliviano en la elección de sus líderes”.
La auditoría será realizada por una misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), compuesta por 30 expertos de diferentes países. La misión debe tardar un máximo de 12 días en completar su trabajo. El objetivo es verificar si ha habido manipulación de votos para favorecer el partido Movimiento al Socialismo (MAS), al cual pertenece el actual presidente Evo Morales.
En el documento, la cancillería brasileña dijo que el gobierno ha estado siguiendo con preocupación todos los acontecimientos relacionados con las elecciones generales en Bolivia, celebradas el 20 de octubre. Brasil apoya "un proceso democrático, transparente, justo y libre que respete la voluntad soberana del pueblo boliviano", dijo.
La oposición no acepta revisión
El miércoles (30), diez días después de las elecciones y tras nueve días de protestas en todo el país, con dos muertos y unos 160 heridos, el gobierno boliviano y la OEA firmaron un acuerdo para auditar la votación. La oposición, encabezada por el candidato Carlos Mesa, oponente de Morales en las elecciones, expresó su rechazo a los términos de la auditoría por haber sido “pactados unilateralmente”, sin la participación de representantes de la oposición y de la sociedad civil.
En la noche del 20 de octubre, el Sistema de Votación Rápida del Tribunal Supremo Electoral boliviano anticipó que habría una segunda vuelta entre Morales y Mesa. Sin embargo, tras una suspensión temporal del conteo de votos, que dio lugar a sospechas y quejas, el TSE anunció un cambio de tendencia y finalmente declaró la victoria de Morales en la primera vuelta con el 47,08% de los votos, ante el 36,51% de Mesa.
La ley boliviana atribuye la victoria en primera vuelta al candidato que obtenga más del 50% de los votos o el 40% con una diferencia de 10 puntos porcentuales frente al segundo colocado.