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Internacional

Brasil realiza su primera expedición de investigación al Ártico

La misión investiga la biodiversidad local
Ludmilla Souza – Reportera de Agência Brasil
Publicado en 23/07/2023 - 15:00
São Paulo
Na foto os pesquisadores Paulo Câmara e Micheline Carvalho Silva. - Brasil segue em sua primeira expedição de pesquisa ao Ártico. Foto: Arquivo Pessoal
© Arquivo pessoal

La primera expedición científica oficial de Brasil al Ártico tiene como objetivo conocer la biodiversidad de uno de los territorios más fríos del planeta, comprender su importancia en términos ecológicos y para el cambio climático global, bien como contribuir a su preservación ambiental.

El equipo brasileño de científicos de las universidades federales de Brasilia y Minas Gerais se encuentra desde el 8 de julio en el archipiélago de Svalbard, parte del Círculo Polar Ártico perteneciente a Noruega. La misión forma parte del Programa Antártico Brasileño (Proantar) y está financiada por el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) y las instituciones implicadas.

Brasil tiene el 7% de su territorio en el hemisferio norte, explica el profesor Paulo Câmara, de la Universidad de Brasilia, uno de los coordinadores de la expedición, lo que, según él, refuerza la necesidad de investigar el sitio. "Esto significa que el 7% de Brasil está más cerca del Ártico que de la Antártida. Estamos presentes en la Antártida desde hace más de 40 años, y en el Ártico no tenemos presencia. Son dos grandes reguladores del clima. Brasil siempre ha tenido presencia en la Antártida, en la Amazonia, y no teníamos presencia en el Ártico", dijo el profesor en una entrevista directamente desde el Ártico a Agência Brasil.

Los investigadores recogen plantas, hongos, microorganismos, sedimentos y otras muestras biológicas para generar datos sobre el territorio, lo que les permitirá establecer una comparación y comprender la relación entre las especies que se dan en los dos polos – el Ártico y la Antártida –, sin presencia en zonas intermedias del planeta. Entre ellas, una de las especialidades del investigador Paulo Câmara: las briofitas, pequeñas especies vegetales de fácil dispersión en ambientes polares.

El Ártico es valorado por su importante cantidad de recursos sin explotar, como petróleo y gas natural, y se considera estratégico para la investigación de los impactos climáticos, medioambientales y económicos en todo el mundo. Pero el extremo norte ha venido sufriendo el deshielo acelerado de sus glaciares en las últimas cuatro décadas.

Cambio climático

En este segundo viaje a la región, el profesor dijo que encontró un lugar muy diferente de lo que estaba en 2016. "También estuve allí por trabajo, pero no formaba parte de una expedición, sino que era una iniciativa individual. Lo que me sorprendió es lo mucho que ha cambiado en poco tiempo, aquí hace mucho más calor, está mucho más seco, hay mucho menos nieve y hielo. La ciudad ha crecido. Hay una pequeña ciudad aquí, se llama Longyearbyen, y hay muchos más turistas, es impresionante. Cuando estuve aquí todavía era un lugar remoto, con mucho hielo y nieve, llovía mucho, siempre estaba nublado y ahora es muy diferente, mucho más cálido y mucho más seco", dijo Câmara.

Si el cambio se debe al cambio climático, el profesor responde: "es difícil hacer cualquier afirmación, pero probablemente sea eso. El deshielo del Ártico es un fenómeno irreversible, asociado a esta ola de calor que hay en Europa, y se refleja aquí. Esto tiene un gran impacto en la biodiversidad debido a esta temperatura extremadamente alta que está sucediendo aquí, además de la falta de agua. Cuando estuvimos aquí la última vez llovía casi todos los días, siempre estaba nublado, ¡ahora parece que estamos en el desierto!", explicó.

Según el experto, las investigaciones en la región pueden ser relevantes para monitorear la posible evolución de este proceso en Brasil y en el mundo. "Lo que ocurre aquí en el Ártico afecta a Brasil, por lo que deberíamos tener derecho a hablar y votar, lo que no está ocurriendo."

Consejo Ártico

Brasil es el único país entre las diez mayores economías mundiales que no tiene voz en los asuntos que conciernen a la región. Por ello, la presencia científica en el Ártico, región que abarca más de 16 millones de kilómetros cuadrados (km²), puede ser significativa para la inclusión del país como miembro observador del Consejo Ártico, órgano de cooperación internacional para abordar estrategias de protección medioambiental del territorio. El país también busca adherirse al tratado de Svalbard, que no sólo reconoce la soberanía de Noruega sobre el archipiélago, sino que garantiza el uso de los recursos de la región por parte de las naciones signatarias.

"Otro dato importante es que el deshielo en el Ártico, que es irreversible, abrirá nuevas rutas comerciales y disminuirá la importancia del Canal de Suez y del Canal de Panamá, lo que influirá en la geopolítica mundial. Brasil, como potencia, tiene que estar presente", afirmó el profesor.