EE.UU. deporta más brasileños desde acuerdo de 2018
El número de remociones de inmigrantes brasileños de Estados Unidos ha vuelto a crecer tras un acuerdo firmado en 2018 entre los presidentes de los dos países en aquel entonces: el brasileño Michel Temer y el estadounidense Donald Trump, en su primer mandato. El acuerdo bilateral permitió realizar vuelos de repatriación de inmigrantes ilegales que ya no podían apelar a la Administración estadounidense.
Según las últimas cifras del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS), 11.300 brasileños fueron removidos entre 2018 y 2022, un 65% más que en el quinquenio anterior (2013 a 2017), 6.800.
Hubo al mismo tiempo un descenso en la expulsión de inmigrantes extranjeros en general, es decir, de todas las nacionalidades. Entre 2013 y 2017, los Estados Unidos removieron del país a 1,8 millones de personas, cifra que se redujo a 1,1 millones entre 2018 y 2022, es decir, un 38% menos.
Las cifras solo incluyen a los inmigrantes que han sido de hecho expulsados. El otro tipo de deportación se denomina “retorno”, cuando a los extranjeros se les impide la entrada en el país en los puntos fronterizos o cuando deciden abandonar los EE.UU. voluntariamente.
Vuelos
La Policía Federal informó que, de 2020 a 2024, Brasil recibió 94 vuelos de repatriación, trayendo de vuelta a 7.637 brasileños. “Estos números se refieren solo a los vuelos fletados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, utilizados para deportar a los detenidos en centros de detención (frontera con México)”, explicó la corporación en un comunicado, sin aclarar si los pasajeros estaban esposados o no.
El pasado 24 de enero, poco después de asumir su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ordenó sus primeros vuelos de repatriación, entre ellos uno a Brasil.
La forma en la que se llevó a cabo el viaje fue criticada por el Gobierno de Brasil, ya que los 88 brasileños fueron transportados con esposas en manos y pies. Además, el avión tenía problemas de aire acondicionado.
El lunes (27), el ministro brasileño de Justicia, Ricardo Lewandowski, dijo que las deportaciones necesitan respetar los derechos fundamentales de las personas. “No queremos provocar al gobierno estadounidense porque la deportación está prevista en un tratado en vigor desde hace varios años entre Brasil y Estados Unidos. Sin embargo, obviamente, esta deportación tiene que llevarse a cabo respetando los derechos fundamentales de las personas, especialmente de aquellas que no son delincuentes.”