Burocracia y falta de recursos: barreras a la ciencia en Brasil

La falta y la discontinuidad de recursos, además de la excesiva burocracia para el desarrollo de investigaciones, son elegidas por los expertos escuchados por la Agência Brasil como los principales obstáculos y retos a que debe enfrentarse el sector de ciencia, tecnología e innovación.

La presidenta de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), Helena Nader, recuerda que los últimos 20 años fueron de crecimiento para el sector. “Brasil empezó tarde en la educación y en la ciencia y, en unos pocos años, logramos dar un salto. Alcanzamos la estabilidad económica que nos permitió mirar hacia otros problemas del país. Se expandieron la universidad pública brasileña y la comprensión de que la ciencia no es un costo, sino una inversión”, dice la profesora.

El interés de los brasileños por el sector también ha aumentado con los años. La encuesta “Percepción Pública de la Ciencia y Tecnología en Brasil”, realizada por el Centro de Gestión y Estudios Estratégicos, revela que, entre 2006 y 2010, creció del 41% al 65% este interés.

Sérgio Gargione, presidente del Consejo Nacional de las Fundaciones Departamentales de Apoyo a la Investigación (Confap, por sus siglas en portugués), cree que el próximo gobernante del país tendrá que pensar de forma estratégica en el aumento del presupuesto para la investigación. “El presupuesto tiene un valor general razonable, pero siempre hay contención o cargos adicionales. Por el número que se ve, el presupuesto del próximo año es insignificante. Así que necesitamos que se amplíe y que los recursos sirvan para atender al interés de los investigadores”, dijo Gargione.

El Proyecto de Ley Presupuestaria Anual, presentado al Congreso, pronostica asignar unos US$ 3,09 mil millones al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2015, lo que representa un aumento de US$ 156 millones respecto al presupuesto de 2014.

El presidente de la Academia Brasileña de Ciencias, Jacob Palis, defiende que las inversiones en el sector alcancen el porcentaje del 2% del Producto Interno Bruto. “Hoy en día, este porcentaje es de cerca del 1,2%. Ya hubo la intención de aumentar, pero el país tiene tantas necesidades que a veces se pierden estas inversiones. Países como China ya están llegando al 2%, con proyectos buenos. La ciencia brasileña está madura para hacer buenas propuestas y competente para desarrollar los proyectos, para que nuestros productos tengan valor añadido y el país no exporte solo productos primarios”, dijo Palis.

Hay pasos positivos en esta dirección, según el presidente de la Asociación Brasileña de Instituciones de Investigación Tecnológica e Innovación, Cláudio Violato. Él da como ejemplo los programas que fomentan la investigación y el desarrollo en el ambiente empresarial, y la creación de fondos sectoriales, hace unos años, para la asignación de recursos específicos en 16 áreas, tales como biotecnología, ingeniería de transportes, e informática y automatización.

Violato dice que el problema es la contingencia de recursos por parte de la Unión, lo que perjudica la continuidad de las investigaciones. Según él, el futuro de Brasil depende de la capacidad de innovar, de emprender, y el gobierno es un importante instrumento para promoción y financiación. “Cuando [el gobierno] suspende los recursos, perjudica y retrasa el proceso de investigación. Todo lo que se haya hecho hasta aquel momento se pierde. Así que, a veces, se gasta el dinero sin obtener un resultado”, dijo.

Además de la contingencia, un obstáculo más para garantizar los recursos públicos, citado por los expertos, es la legislación excesivamente burocrática que regula las licitaciones y los contratos públicos. “Esta ley es totalmente incompatible con investigación y desarrollo”, dice Violato.

Según Sérgio Gargione, el tiempo perdido con la burocracia termina por generar retraso en las investigaciones. “La ciencia no es como una construcción, con resultados predeterminados. La investigación puede tomar dos años, cinco años, diez años, y hay una comprensión equivocada en controlar compras y costos con insumos, cuando la principal inversión debería ser en el investigador”, dijo el presidente de Confap.

La Academia Brasileña de Ciencia presentó un documento a los candidatos presidenciales en el que propone, entre otras medidas, aumento de las inversiones, expansión de la cooperación internacional, creación de condiciones favorables para aprovechar a los jóvenes del programa Ciencia sin Fronteras, creación de nuevos institutos para la interacción entre la ciencia y el sector empresarial, y fortalecimiento del papel del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CCT) como órgano asesor de la Presidencia.

Traducción: Leonardo Vieira

Relacionadas

Matemáticos brasileños piden más fondos para ciencias