Científica brasileña es una de las cien personas más influyentes del mundo

Entre las 100 personas más influyentes del mundo elegidas este año por la revista estadounidense Time aparecen dos brasileños. Uno de ellos es Neymar Jr. La otra es la médica epidemióloga Celina Turchi, de 64 años, científica que trabaja como investigadora invitada de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Pernambuco. Los dos serán honrados hoy (25) en una ceremonia en el Lincoln Center de Nueva York.

Citada en la categoría Pioneros, Celina Turchi se destacó por el papel que desarrolló en la investigación de casos de microcefalia y su relación con el virus del zika. Ella fue responsable de la formación de una red con cerca de 30 profesionales de diversas especialidades e instituciones, reunidos en el grupo de investigación Merg (Microcephaly Epidemic Research Group), que pudo identificar, en tan solo cuatro meses de estudios a partir de enero de 2016, cómo el virus y la microcefalia estaban asociados.

A finales del año pasado, Turchi estaba en la lista de los diez científicos más importantes de 2016 según la revista Nature –una de las publicaciones científicas más importantes del mundo–, por la misma razón. A pesar de su notoriedad en la comunidad científica, la investigadora se considera tan solo “una representante" del grupo, que sigue trabajando en conjunto para responder a las muchas preguntas todavía abiertas sobre el zika y sus consecuencias.

“Así me siento. Una representante del grupo de investigadores y profesionales de salud brasileños que han trabajado duro desde el comienzo de los acontecimientos extraordinarios, en términos científicos, que tuvieron lugar en Brasil en la segunda mitad de 2015, y que estamos siguiendo hasta ahora”, dijo.

La investigadora no descarta la posibilidad de nuevos casos de zika y explica que las epidemias virales son caracterizadas por aumentos y luego disminuciones en el número de casos. Ella espera que se reduzcan tras la reciente epidemia.

Sin embargo, Turchi no tiene dudas de que los arbovirus –como el dengue y el zika– se convirtieron en una amenaza en las ciudades brasileñas debido a la desigualdad econômica. “Por este mosaico que tenemos en nuestras ciudades, de islas de riqueza rodeadas de pobreza extrema y pésimas condiciones de vivienda, lo que facilita la proliferación de vectores en áreas urbanas”, dijo.

Traducción: Leonardo Vieira