Rousseff pide unión y dice que la crisis es el momento de construir puentes

La presidenta Dilma Rousseff volvió a pedir este miércoles (14) unión para superar la crisis y ayudar Brasil a volver a crecer. Al discursar durante la inauguración de un laboratorio del Centro de Tecnología de Caña de Azúcar de Coopersucar, en Piracicaba, estado de São Paulo, la mandataria dijo que el país está mejor preparado para enfrentar las dificultades que en crisis anteriores y que este es el momento de construir puentes.

“Llegó el momento de unirnos y hacer aquellos cambios, [promover] aquellas iniciativas, [ejecutar] aquellas obras que van de hecho construir los puentes que nos llevarán a otra etapa de desarrollo de nuestro país”, afirmó la presidenta durante su discurso al lado del gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin –miembro del PSDB, principal partido opositor– y de otras autoridades.

Rousseff planea sacar provecho de la devaluación cambiaria para impulsar las exportaciones y recuperar la economía. La jefa de Estado recordó que la balanza comercial brasileña pasó de un déficit de US$ 4 mil millones a un superávit de US$ 12 mil millones y señaló que la expectativa es mejorar esos resultados.

De acuerdo con ella, las modificaciones en el tipo de cambio también beneficiarán a los sectores del mercado doméstico, incluido el sucroalcoholero. “Varios sectores pueden y deben salir al frente. Ese laboratorio forma parte de un proceso para construir el futuro de nuestro país, contribuyendo a elevar la competitividad del sector”.

Cambios climáticos

Aparte de la importancia económica del sector sucroalcoholero, Rousseff destacó el papel del etanol en la estrategia brasileña para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En diciembre, durante la 21.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climáticos (COP-21), en París, Brasil presentará su meta de reducción del 43% de las emisiones frente a los niveles de 2005.

Parte de esa meta, de acuerdo con Rousseff, se logrará mediante recortes de emisiones en la matriz de combustibles, gracias al uso del etanol de la caña de azúcar. Recordó que hoy día “ningún coche se mueve sin etanol en este país”, refiriéndose a la mezcla obligatoria del alcohol a la gasolina.

“Estoy segura de que dejaremos en claro en diciembre, en París, que las metas no solo son factibles, sino que Brasil demostrará una vez más, sin lugar a dudas, que el mundo puede esperar nuestra contribución en el ámbito de las energías renovables”.

Traducción: Lucas Magdiel