Rousseff confirmó a Lula como jefe de la Casa Civil
La presidenta Dilma Rousseff confirmó, al inicio de la tarde, que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva asumirá la jefatura de la Casa Civil en reemplazo del ministro Jaques Wagner, que pasará a comandar el Gabinete Personal de la Presidencia de la República.
Para los líderes del gobierno en la Cámara de Diputados, el nombramiento del exmandatario marca un punto de inflexión en el país hacia la superación de la actual crisis política y económica. Para la oposición, la designación es una maniobra para otorgarle al expresidente la inmunidad judicial que disfrutan los miembros del gabinete, que solo pueden ser juzgados por el Supremo Tribunal Federal (STF), y demuestra una pérdida de poder de Rousseff, que habría desistido de gobernar.
Aliados aprueban
Para Afonso Florence, líder del Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados, el nombramiento de Lula, reconocido por su habilidad de articulación, dará fuerza al gobierno.
“El presidente Lula asumirá la Casa Civil para ayudar a enfrentar la crisis. Llegó justo en el momento en que Brasil más lo necesita”, afirmó Florence. “Se trata del presidente más exitoso en la historia del país, el que obtuvo la mayor aprobación popular, del 87%, y que ahora decide ser ministro jefe de la Casa Civil con el objetivo político y administrativo de contribuir a la superación de la crisis política y económica que atraviesa Brasil”.
La presidenta Dilma Rousseff ha tomado la decisión de nombrar a Lula como jefe de la Casa Civil después de muchas conversaciones con el expresidente. El martes (15), los dos mantuvieron una reunión que duró más de cuatro horas, pero la jefa de Estado solo tomó su decisión final luego de un nuevo encuentro celebrado este miércoles por la mañana (16).
Florence también rebatió las acusaciones de que, una vez en el gobierno, Lula tendría el poder de interferir en las investigaciones de la Operación Autolavado. “El fuero privilegiado nunca ha sido ni nunca será un obstáculo a las investigaciones”, dijo el líder del PT. Resaltó aún que tanto Lula como Rousseff fueron reconocidos por haber dado importancia y autonomía a organismos de control como la Fiscalía General de la República.
Para Silvio Costa, vicelíder del gobierno, Lula desempeñará un importante rol como articulador entre el gobierno y sus partidos aliados en el Congreso, y podrá incluso frenar la continuidad del proceso de juicio político a Dilma Rousseff.
Costa dijo que las críticas de la oposición no toman en cuenta la situación económica del país. “La oposición afirma de manera irresponsable que el expresidente aceptó el puesto para beneficiarse del fuero privilegiado. “Si el presidente Lula estuviera preocupado con el fuero privilegiado, habría asumido el puesto desde el año pasado”, agregó Costa.
El año pasado, el vicepresidente Michel Temer llegó a asumir la articulación política del gobierno.
Según el diputado, Rousseff ha puesto los intereses del país por encima de “posibles vanidades”. “La presidenta demostró un comportamiento correcto y una preocupación impar con el país, y el presidente Lula ha dado una lección de compromiso con el pueblo brasileño”.
Opositores desaprueban
Para la oposición, sin embargo, el nombramiento de Lula a la Casa Civil tiene como único objetivo otorgarle inmunidad para eludir las investigaciones de la Operación Autolavado. Tan pronto como fue confirmado el nombramiento del exmandatario, líderes opositores declararon en conversaciones con periodistas que califican el hecho como un intento de retrasar la investigación de denuncias contra Lula ante la Justicia Federal, en Curitiba, dado que, como ministro, su caso se sometería a la jurisdicción del Supremo Tribunal Federal.
El martes (15), partidos opositores han interpuesto una demanda ante la Justicia Federal del Distrito Federal en la que pedían que, en caso de que Lula tomara posesión como ministro, se anulara el decreto de nombramiento. También se comprometieron a presentar una solicitud en juzgados de la Justicia Federal en los 26 estados de la federación.
Para Rubens Bueno, líder del PPS en la Cámara, el nombramiento fue una maniobra.
“Por supuesto, tratan de bloquear, obstruir la Justicia, que lo estaba investigando y buscaba que respondiera a preguntas que nunca respondió acerca del apartamento, de la finca y de los dos millones que recibió para el Instituto Lula”, afirmó.
Rubens Bueno dijo también que el nombramiento de Lula debilita la presidenta, que según parece está desistiendo del gobierno.
“Es como si estuviera diciendo que no quiere seguir gobernando pues ya no encuentra apoyo ni respaldo. Entonces entrega el gobierno en su último suspiro, y dice al país que ya no gobierna y que Lula intentará ahora, en el último minuto, barajar la delicada situación a que se enfrenta el gobierno”, agregó.
Por su vez, Avelino Pauderney, líder del Partido Demócratas (DEM), evalúa que pese a la designación de un nombre fuerte como Lula, el gobierno tiene poco margen para revertir la crisis. Para él, los diputados se verán presionados por la “voz de las calles” a votar por la destitución de la presidenta.
“El expresidente Lula, ahora ministro de Rousseff, tiene poco margen de maniobra”, dijo. Según él, “los diputados, quienes fueron elegidos por el pueblo, tienen un instinto de supervivencia, y las calles enviaron un mensaje muy claro.”
*Con la colaboración de Ana Cristina Campos
Traducción: Lucas Magdiel
Fonte: Rousseff confirmó a Lula como jefe de la Casa Civil