Partidos celebran convenciones para elegir candidatos presidenciales
Aunque sin tener coaliciones definidas, los partidos políticos brasileños inician el viernes (20) las convenciones nacionales que elegirán los cantidatos presidenciales para las elecciones de octubre. Los nombres de los candidatos a presidente y vicepresidente deberán ser aprobados hasta el 5 de agosto y registrados ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) hasta el 15 de agosto.
En este momento, hay 18 precandidatos, pero ese número ya ha sido superior a 20. Algunos han desistido por el camino, otros han sido excluidos por los partidos políticos. El número total de candidatos puede ser menor, ya que algunos partidos, como los Demócratas (DEM), Solidaridad (SD) y el Partido Comunista de Brasil (PCdoB), se ven obligados a retirar su candidatura para apoyar agrupaciones más competitivas.
La falta de definición, según el politólogo Leonardo Barreto, tiene varias razones, empezando por el hecho de que el gobierno no está influyendo en el proceso electoral. "Cuando el Ejecutivo está fuerte y trata de reelegir o promover su sucesor, la tendencia es que la coalición gobernante se reproduzca, la oposición se organice e incluso surja una tercera opción”. Este año el gobierno no tiene un candidato fuerte ni tampoco polarizó con un candidato opositor. Esto llevó a una pulverización de las candidaturas”, dijo.
Ante el actual panorama, señaló Barreto, ningún candidato ha sido capaz de despertar entusiasmo o despuntar como favorito, lo que crea dificultades para que los partidos se posicionen, pues todo el mundo quiere apostar por alguien con posibilidades de victoria. Además, las agrupaciones quieren tener claro el papel que desempeñarán en el futuro gobierno.
Articulaciones
Según Barreto, a partir de las convenciones, las articulaciones políticas para la formación de alianzas nacionales deberán reducirse, lo que representa una ventaja para los partidos más grandes que tienen "más medios de intercambio". Es decir, las negociaciones tendrán en cuenta el tiempo de televisión que puede agregarse en las disputas estatales, los fondos para financiar campañas, los escaños de diputados federales y departamentales y el número de alcaldes con capacidad para atraer votos.