Lula regresa para un tercer mandato como Presidente de Brasil
Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores), de 77 años, elegido el domingo (30) para su tercer mandato como presidente de la República, tiene una larga trayectoria en la política brasileña, que comenzó a principios de los años 1970. En aquel entonces, el país aún estaba bajo una dictadura militar, y Lula era director del Sindicato de los Trabajadores Metalúrgicos de la ciudad de São Bernardo do Campo, uno de los principales polos industriales del país.
En 1975, Lula fue elegido presidente del sindicato, que representaba a 100 mil trabajadores. Tres años después, en 1978, luego de su reelección, encabezó las primeras huelgas obreras en más de una década. El país vivía un proceso de apertura política lenta y paulatina. En marzo de 1979, más de 170 mil metalúrgicos pararon las fábricas de la región. Al año siguiente, unos 200 mil metalúrgicos se cruzaron de brazos. La represión policial al movimiento huelguístico, que incluso llevó a Lula a prisión, abrió puertas a la creación del Partido de los Trabajadores en 1980. Unos años más tarde, Lula fundaría también la Central Única de los Trabajadores (CUT).
En 1984, Lula fue uno de los principales líderes de la campaña que reclamaba elecciones directas para la Presidencia de la República. En 1986 fue elegido el diputado federal más votado del país para la Asamblea Constituyente que redactó la Constitución Federal de 1988.
Con un liderazgo nacional consolidado, Lula fue lanzado por el PT para postularse a la Presidencia de la República en 1989, luego de 29 años sin que hubiera elecciones directas para el cargo. Perdió la disputa en la segunda vuelta, ante Fernando Collor de Mello, por una pequeña diferencia de votos. Sin embargo, dos años después, Lula encabezó una movilización nacional contra la corrupción, lo que culminó con la destitución de Collor. En 1994 y 1998, volvió a presentarse a la presidencia, pero fue derrotado en ambas ocasiones por Fernando Henrique Cardoso.
En 2002, a través de una alianza política sin precedentes hasta entonces, el PT concertó una coalición política de izquierda que lanzó nuevamente a Lula como presidente, con el senador José Alencar, uno de los mayores empresarios del país, como vicepresidente en la fórmula.
El 27 de octubre de 2002, a los 57 años, Lula obtuvo casi 53 millones de votos en la segunda vuelta y fue elegido por primera vez Presidente de la República. Su mandato estuvo marcado por la expansión de los programas sociales y de las áreas de educación y salud, además de una política de valorización del salario mínimo. Una de las principales señas de identidad de su gobierno fue la reducción de la pobreza en el país. En 2006, Lula y José Alencar fueron reelegidos. Terminan el mandato en 2010 con el mayor índice de aprobación de un gobierno en la historia del país, superior al 80%.
Tal popularidad impulsó la elección de Dilma Rousseff (PT), la principal ministra de Lula, como la primera mujer presidenta en la historia del país.
Operación Autolavado y prisión
En 2014, tras el estallido de la Operación Autolavado, que investigó la corrupción en Petrobras, la crisis política escaló a un nivel sin precedentes en la democracia brasileña. Reelegida en el mismo año, la presidenta Dilma y su gobierno terminaron consumidos por la erosión de las denuncias, perdieron apoyo en el Parlamento y fueron destituidos en 2016. La destitución de Dilma fue controvertida, ya que la práctica del delito de responsabilidad no ha sido demostrada, como lo exige la Constitución Federal.
Lula pasó a ser blanco de procesos judiciales por presunta corrupción y fue sentenciado por el entonces juez Sergio Moro, del Tribunal Federal de Curitiba, donde se tramitaba el proceso de la operación. Fue detenido el 7 de abril de 2018, pasó 580 días en la prisión y prohibido de presentarse a las elecciones presidenciales de 2018, las cuales ganó Jair Bolsonaro. El expresidente fue liberado en noviembre de 2019, luego de que la Corte Suprema revisara el proceso y considerara que Moro fue parcial en el juicio.
Tercer mandato
Sin disputas con la Justicia, Lula volvió con fuerza al escenario político en la carrera por el tercer mandato presidencial. Durante la campaña buscó resaltar el legado de sus administraciones anteriores y prometió retomar algunas de sus políticas consideradas exitosas, como un aumento real del salario mínimo.
También afirmó que garantizará el pago del Auxilio Brasil, programa de transferencia de ingresos, en el valor de R$ 600 por familia, con un extra de R$ 150 por niño hasta los 6 años.
Asimismo, prometió ampliar el programa de viviendas populares, recrear el Ministerio de Cultura y crear el Ministerio de Pueblos Originarios, para cuidar las cuestiones indígenas y de las poblaciones tradicionales.