Brasil reanudará exportación de vacunas contra la fiebre amarilla
El ministro brasileño de Salud, Luiz Henrique Mandetta, anunció la reanudación de las exportaciones de vacunas contra la fiebre amarilla, que estaba suspendida desde 2017 debido a la alta demanda interna cuando el país experimentó brotes de la enfermedad. Los fondos obtenidos con las exportaciones serán reinvertidos en la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), responsable de la producción de las vacunas.
Según el Ministerio de Salud, el Instituto de Tecnología en Inmunológicos de Fiocruz (Bio-Manguinhos) proporcionará 23 millones de vacunas a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y al Fondo de las Naciones Unidas para Infancia (Unicef) entre este ano y el siguiente.
El anuncio se hizo el martes (22) en la 20.ª Reunión Anual de la Red de Productores de Vacunas de los Países en Desarrollo (DCVMN por sus siglas en inglés), que reúne a productores públicos y privados en Río de Janeiro hasta este miércoles.
Según la presidenta de Fiocruz, Nísia Trindade, en el momento del brote de la enfermedad en Brasil, la producción de la vacuna contra fiebre amarilla se intensificó para satisfacer la demanda nacional. Ahora, sin embargo, la Fundación tiene condiciones de, a través del fondo de la OPS, poner la vacuna a disposición del mercado internacional. “Todo ya está organizado en nuestro laboratorio”, dijo.
Baja inmunización
En la reunión, el ministro de Salud de Brasil advirtió sobre el bajo nivel de inmunización de las poblaciones, que, según él, afecta no solo a Brasil, sino también a países desarrollados como Estados Unidos y Francia. Esta situación, dijo, es una de las causas del regreso de enfermedades como el sarampión, que ya estaba erradicada en varias partes del mundo.
Mandetta también señaló la información errónea, causada por noticias falsas o la falta de memoria de las nuevas generaciones sobre los efectos de la enfermedad. “Hay una suma de ignorancia y falta de conocimiento sobre la enfermedad. En nuestra generación, nuestras madres y abuelos, cuando hablaban de grandes campañas de vacunación, era una movilización nacional. El país se involucraba por completo en las campañas contra el polio a fines de la década de 1980. Era una movilización de madres. Hoy, las madres de las nuevas generaciones piensan que es algo anticuado, enfermedades de las que nunca más han vuelto a saber”, dijo.
Pentavalente
El ministro afirmó que persiste en Brasil el problema de adquirir la vacuna pentavalente –la combinación de cinco vacunas individuales en una–, pero se espera resolverlo hasta fines de noviembre. Según Mandetta, la vacuna es distribuida por la OPS, y la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil suspendió el uso de las dosis enviadas al país porque sospechaba de la calidad del medicamento, que podría haber experimentado una variación de temperatura en su transporte y, por lo tanto, no tener efecto.
La OPS e la Organización Mundial de la Salud siguen distribuyendo la vacuna a otros países mientras Brasil está aclarando el tema con las dos instituciones. “Mientras tanto, encomendamos a otro laboratorio. Una vacuna no es como una píldora, que se toma de un armario y se compra. Hay que encomendar. Comenzaremos a comprar desde otro laboratorio para abastecer a Brasil en noviembre”, dijo.