Tras 34 años sin polio, Brasil se preocupa por bajo registro vacunal
“La gente se sorprende mucho cuando digo 'no fue un accidente de coche, no, fue una parálisis infantil'”, explica la médica Rivia Ferraz, de 51 años, cuando se le pregunta por qué lleva una prótesis en la pierna derecha. "Parece que la gente se ha olvidado de lo que era la parálisis infantil", dice al referirse a la enfermedad que tiene preocupadas las autoridades sanitarias brasileñas. El país registra un bajón en la cobertura vacunal contra la poliomielitis, conocida como parálisis infantil.
Las tasas de vacunación contra la poliomielitis en Brasil han estado cayendo desde 2016, cuando era del 90%. La meta del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) es vacunar entre el 90% y el 95% de los niños menores de 5 años.
En 2022, el índice de vacunación fue del 72% y nunca ha sido tan bajo. En el año anterior, fue aún más bajo, algo menos del 71%, según el Ministerio de Salud. Los números son preocupantes porque, aunque Brasil registró el último caso de la enfermedad en 1989, hace 34 años, otros países aún no han erradicado la enfermedad, lo que podría hacer que el virus volviera a circular.
Rivia Ferraz cuenta que nació sin ninguna patología. “Pero a los 9 meses me dio polio y fue por falta de vacunación”. La médica explica por qué no recibió la vacuna. “Eso fue en 1971, hace algunas décadas, no teníamos el SUS [Sistema Único de Salud]. Soy del Nordeste, de Maceió, una ciudad hermosa, pero allí no había muchos recursos y en ese momento solo había campañas, no era como hoy, que en cualquier unidad de salud llevas a tu hijo y lo vacunan. Cuando había campaña yo tenía fiebre y estaba vomitando, no me podía poner la vacuna. Luego, cuando estaba bien, la vacuna ya no estaba”.
Mientras tanto, terminó contrayendo el virus de la polio. "Es un virus que en algunos niños puede ni siquiera causar síntomas. Pero otros desarrollaron la forma severa, que fue mi caso, en el que la medula se ve atacada, dejando secuelas en las células nerviosas motoras y provocando una parálisis flácida."
Ferraz estaba a punto de dar sus primeros pasos cuando su madre se dio cuenta de que se levantaba, pero enseguida se caía. “Me llevó a una evaluación médica y me diagnosticaron parálisis. Pasé por 14 cirugías para poder caminar un poco, ahora estoy con esta ortesis que es muy buena para darme seguridad al caminar. Pasé por varias fases con y sin ortesis, con y sin bastones, para tener mayor estabilidad y más seguridad”.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la gran mayoría de los contagios no producen síntomas, pero entre cinco y diez de cada 100 personas infectadas con este virus pueden presentar síntomas gripales. En uno a 200 casos, el virus destruye partes del sistema nervioso, causando parálisis permanente en las piernas o los brazos. No existe cura. Los principales efectos de la enfermedad son la ausencia o disminución de la fuerza muscular en el miembro afectado y dolor articular.
Aunque es muy raro, el virus puede atacar las partes del cerebro que lo ayudan a respirar, lo que puede llevar a la muerte. Hace 30 años, la poliomielitis paralizaba a casi 1.000 niños al día en 125 países de todo el mundo, incluidos países de las Américas, informó la OPS.
Zé Gotinha
En 1994, la Organización Mundial de la Salud (OMS) certificó a Brasil, junto con otros países de América, como libre de polio. La lucha contra la enfermedad dio origen a uno de los personajes más conocidos de la cultura médica nacional, Zé Gotinha. El nombre hace referencia a la vacuna oral atenuada (OPV), aplicada como dosis de refuerzo desde los 15 meses a los 4 años de edad.
El esquema de vacunación, sin embargo, empieza antes. El Programa Nacional de Inmunizaciones recomienda que la vacuna inactivada, en forma de inyección, se administre a los 2, 4 y 6 meses de edad, seguida de una dosis de refuerzo. La vacuna está disponible en todos los centros de salud pública y puede administrarse simultáneamente con los demás calendarios de vacunación del Ministerio de Salud.
Estrategias
Este año, São Paulo, la mayor ciudad del país, adoptará una serie de medidas para reducir el riesgo de reintroducción de la poliomielitis y fortalecer la vacunación, como salas con horario extendido y jornadas de inoculación a sábados. Además, los padres deberán rellenar y entregar un certificado de vacunación actualizado a las escuelas. Si no pueden llevar a sus hijos a vacunar, agentes sanitarios los vacunarán en las escuelas o en casa. Así lo informó la coordinadora del Programa Municipal de Inmunización (PMI), Mariana de Souza Araújo.
Las autoridades sanitarias planean asimismo difundir informaciones sobre la vacuna por las redes sociales, y los centros de salud contarán con profesionales para atender las dudas del público.
La única forma de evitar que el virus vuelva al país, subraya Araújo, es mantener una alta cobertura vacunal. "En São Paulo, tenemos una cobertura cercana a la meta, con 80%, pero necesitamos vacunar más y que todos los niños tengan el esquema completo para estar protegidos".
Advierte que un caso recién confirmado de la enfermedad en Loreto, Perú, aumenta el riesgo de contagio en Brasil. "Somos un país de puertas abiertas y recibimos inmigrantes y refugiados, así que necesitamos mantener una alta cobertura vacunal."
El virus de la polio se transmite de persona a persona por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, por un medio común, agua o alimentos contaminados, por ejemplo, y se multiplica en el intestino. Para quienes dudan en vacunar a sus hijos, Rivia Ferraz lanza una advertencia y un consejo. "Sufrí mucho y todavía me duele. Tuve que superar muchas barreras, todo por no vacunar. Aunque hoy la gente desconozca la parálisis infantil, es una enfermedad que es totalmente prevenible con la vacuna que está disponible en los centros de salud. ¡Vacune a sus hijos! Nuestro único deseo es que los niños se mantengan sanos."
Se puede consultar más informaciones sobre la vacunación en la página Vacina Sampa.
* Con la colaboración de Priscila Kerche, de TV Brasil