Ex-presos regresan a instalación militar para reconocer lugares de tortura
Ex-presos políticos, acompañados por expertos y miembros de la Comisión Nacional de la Verdad, fueron el martes (23) al lugar considerado el principal centro de torturas de la dictadura militar en Río de Janeiro: el antiguo edificio del DOI-Codi (Destacamento de Operaciones de Información - Centro de Operaciones de Defensa Interna), en el barrio de Tijuca. Según los cálculos de la Comisión, al menos 30 activistas allí detenidos están desaparecidos y podrían haber sido trasladados a otros centros del régimen militar, como la llamada Casa de la Muerte, un centro clandestino de tortura en la ciudad de Petrópolis, en las afueras de Río.
De acuerdo con el presidente de la Comisión, Pedro Dallari, el objetivo es detallar el uso de aquella instalación militar para la tortura, muerte y desaparición de personas. “Nuestro objetivo es aclarar los hechos. La visita que hicimos, con las víctimas indicando claramente los lugares [de los actos de violencia] nos permitirá tener un croquis de la distribución de este espacio”, dijo.
Dallari cree que, con más elementos que comprueben desviación de propósito de instalaciones militares y su utilización para la tortura, las Fuerzas Armadas podrán abrir procedimientos administrativos para revocar la pensión de jubilación de los militares involucrados. “Las instalaciones militares no fueron creadas para eso”, subrayó Dallari.
Durante la visita, los ex-presos políticos indicaron las habitaciones donde estuvieron detenidos. La activista Ana Miranda dio detalles: “Está bien modificada, hay construcciones nuevas, pero algunos lugares reconocemos bien, como la sala púrpura, la ubicación de la nevera, donde la temperatura variaba al extremo, el lugar donde pusieron un cocodrilo sobre mi cuerpo desnudo, el local del fusilamiento simulado y la enfermería donde el doctor Amílcar Lobo nos atendía para liberarnos de nuevo a la tortura.” Lobo, ya fallecido, fue denunciado en los años 80 y terminó perdiendo su registro médico.
El ex-preso político Álvaro Caldas, miembro de la Comisión de la Verdad de Río de Janeiro, quien estuvo en el lugar en otras ocasiones, dijo que la visita con activistas entrando por la puerta principal es un marco. “Hoy vuelvo al local de mi tortura –en pau de arara [palo de madera al que se ataba las víctimas]– más lentamente, con tiempo, con expertos investigando. Cumplí una misión histórica para el país”, dijo. Caldas recordó que testimonios y documentos comprueban que allí murieron, durante el régimen, el diputado Rubens Paiva y el activista Mário Alves, fundador del Partido Comunista Brasileño Revolucionario
En junio, las instituciones militares declararon a la Comisión Nacional de la Verdad que no hubo desviación de propósito en la utilización de sus instalaciones durante la dictadura militar.
El informe final de la Comisión se presentará hasta finales de 2014.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: Ex-presos regresan a instalación militar para reconocer lugares de tortura