Ley de cuotas universitarias ya ha incluido a más de 100 mil negros

Creada con el objetivo de aumentar el acceso de la población negra, indígena y de bajos ingresos a la educación superior, la Ley de Cuotas, que cumple tres años hoy (29), ha garantizado más de 111 mil plazas para estudiantes negros en universidades e institutos federales. Los datos son de la secretaría presidencial de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial.

La ley reserva el mínimo de un 50% de las plazas en instituciones federales de educación superior y técnica para estudiantes de escuelas públicas. Las plazas deben ser ocupadas por candidatos que se declaren a si mismos como negros, mestizos o indígenas, teniendo en cuenta la proporción de esos grupos en la población total del estado donde se ubica la institución. La legislación también garantiza que, de las vacantes reservadas a las escuelas públicas, la mitad se destinará a estudiantes de familias con ingresos iguales o inferiores a 1,5 salarios mínimos (unos US$ 330).

Una encuesta realizada por la Secretaría muestra que, en 2013, fueron 50.937 vacantes de instituciones federales de educación superior y técnica ocupadas por estudiantes negros. El año pasado, fueron 60.731. La secretaría estima que, hasta finales de 2015, serán 40 mil más, cuando se alcanzará el número toral de poco más de 150 mil desde que se firmó la ley.

Reparación

La ex rectora de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) y ex ministra de la Secretaría de Políticas para las Mujeres (SPM), Nilcéa Freire, sostiene que la legislación busca corregir una distorsión histórica en la sociedad brasileña que se remonta a la esclavitud, cuando esos grupos fueron prácticamente apartados, casi sin acceso a la educación superior.

“Yo diría que estamos pagando, en cierto modo, la deuda con nuestros antepasados que sufrieron en la esclavitud. Hasta hoy podemos ver todavía rasgos de ese proceso. Basta con mirar el conflicto que hubo para implantar el sistema de cuotas en las universidades”, dijo Freire en una entrevista con el programa de radio Viva Maria, de la Empresa Brasil de Comunicación (EBC).

UERJ fue la primera institución de educación superior del país en adoptar espontáneamente el sistema de cuotas, en 2001. En aquel momento, Nilcéa Freire era la rectora de la universidad, donde se graduó en Medicina. Ella señala que uno de los efectos más positivos de la ley fue hacer posible que negros y negras de escuelas públicas, jóvenes de los suburbios y de favelas tengan la oportunidad de soñar con una carrera. “Cuando veo, en la universidad donde me gradué, la foto de la primera turma de médicos que ingresó ya en el régimen de cuotas, me alegro mucho. Es un grupo colorido, que tiene la diversidad del pueblo brasileño”, dijo.

Críticas

Algunos críticos de la política de cuotas argumentaban que las acciones afirmativas iban en contra del principio de igualdad establecido por la Constitución. La controversia llegó a la Corte Suprema en 2012, que en un juicio histórico consideró por unanimidad que la iniciativa era constitucional.

En aquel entonces, el ministro Ricardo Lewandowski, relator de la demanda, recordó que solo el 2% de los negros obtenían un título universitario en Brasil y que los discriminados tienen un enorme potencial para contribuir a una sociedad más avanzada.

Traducción: Leonardo Vieira