Brasil aún lucha por erradicar el trabajo infantil
Este martes (12), que marca el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, el Foro Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil lanzó una campaña titulada “No proteger la infancia es condenar el futuro”, en una asociación con el Ministerio Público del Trabajo brasileño y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los esfuerzos se centran en las llamadas “peores formas” de trabajo, es decir, las tareas relacionadas con la agricultura, el hogar, el tráfico de drogas, la explotación sexual y el trabajo informal en los centros urbanos. Debido a los riesgos y perjuicios involucrados, el empleo de niños y niñas de hasta 18 años en esas tareas está prohibido. En otras circunstancias, el trabajo está permitido a partir de los 16 años de edad, y también a partir de los 14 años, cuando en calidad de aprendices.
De acuerdo con la asesora del foro Tânia Dornellas, más de 2 millones de niños y adolescentes de entre 5 a 17 años trabajan en Brasil. Una encuesta oficial realizada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reveló que 2,7 millones de niños y adolescentes estaban trabajando de manera irregular en 2015.
“¿Qué futuro tendrán esos niños? Un niño que trabaja no tiene concentración y energía suficientes para estudiar. El simple hecho de que el Estado no les proporcione una educación pública de calidad es una agresión en sí misma, que, junto con el trabajo precoz, condena a esos niños”, declaró.
El objetivo de la iniciativa lanzada hoy es llamar la atención de órganos públicos, empresas, organizaciones civiles y de la sociedad en general sobre el problema y promover esfuerzos para ayudar a combatir esa práctica, especialmente los casos más graves que afectan las vidas de niños y niñas. La campaña se llevará a cabo de forma descentralizada en todo el país.
Compromiso
Brasil no cumplió con el compromiso establecido en el convenio 182 de la OIT de erradicar todas las peores formas de trabajo infantil hasta 2016. El compromiso fue revisado y ahora la meta es erradicarlas hasta 2025, según prevén los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
“Difícilmente lograremos la meta”, dijo Dornellas. “El Estado debe centrarse en un proyecto político destinado a reforzar la inclusión social y la educación de calidad.”
“Lo que hemos notado en los últimos años, con la crisis política y económica a que se enfrenta el país, es un impacto, en toda la sociedad, sobre todo entre las familias socialmente vulnerables. Una de las causas del trabajo infantil es la desigualdad social y la pobreza. Sin embargo, lo que hemos visto, especialmente con la nueva dirección de las políticas públicas, es un enfoque más fuerte hacia el rescate económico que a la inclusión social”, agregó.
Se registraron 236 niños y niñas murieron mientras realizaban actividades peligrosas entre 2007 y 2017, según datos del Ministerio de Salud brasileño. Además, se notificaron, en el mismo período, 40 mil accidentes involucrando a personas de entre 5 a 17 años. De este total, más de 24 mil fueron accidentes graves que resultaron en fracturas o amputaciones.