logo Agência Brasil
Derechos Humanos

Inédita encuesta sobre refugiados en Brasil revela buena educación

Nuevo estudio del ACNUR también reveló que desean permanecer en Brasil
Letycia Bond
Publicado en 02/06/2019 - 12:58
Brasilia
Refugiados, Venezuelanos, Crise
REUTERS/Ricardo Moraes
© Reuters/Ricardo Moraes/ Direitos Reservados
refugiados.jpg
© Akemi Nitahara

La mayoría de los refugiados en Brasil trabajan, tienen un nivel de educación superior a la media brasileña y, a pesar de las dificultades, volvería a elegir el país latinoamericano si necesitara refugio una vez más. Sin embargo, aunque algunos están contentos de construir lazos emocionales con los brasileños, otros sufren discriminación, ganan poco dinero y no conocen sus derechos.

A falta de fundos para a Acnur está colocando em risco milhares famílias sírias refugiadas
En cuanto al nivel educativo, sólo el 2,7% (13) de los refugiados no concluyeron la escuela primaria y el 0,6% (3) son analfabetos - Foto: Unicef/Al-Issa

 

Así lo revela el estudio Perfil Socioeconómico de los Refugiados en Brasil, que fue presentado el jueves (30), en la Universidad de Brasilia (UnB), por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Cátedra Sérgio Vieira de Mello (CSVM), vinculada al ACNUR. Durante ocho meses, investigadores entrevistaron a 487 refugiados en esa situación, que viven en ocho estados brasileños, y que reciben el 94% de los refugiados en el país: São Paulo, Río de Janeiro, Paraná, Río Grande del Sur, Santa Catarina, Minas Gerais, Distrito Federal y Amazonas.

De todas las personas que participaron en la encuesta, el 71% proceden de cuatro países: Siria (31,4%), República Democrática del Congo (23,8%), Angola (8,6%) y Colombia (7,3%). Asimismo, 404 encuestados (83,1%) entraron al país después de 2010. Los venezolanos no fueron incluidos en el estudio porque las autoridades brasileñas no los consideran refugiados. Casi un tercio (28%) de los encuestados no declararon su género. De los que lo hicieron, el 48% eran hombres y el 23% mujeres.

En cuanto al nivel educativo, sólo el 2,7% (13) de los refugiados no concluyeron la escuela primaria y el 0,6% (3) son analfabetos. En el otro extremo, el informe muestra que la mayoría de las personas a las que el gobierno brasileño ha concedido el estatuto de refugiado tienen un buen nivel de educación. Del total, el 34,4% (166) tienen un título universitario o incluso realizaron estudios de posgrado, ya sea en forma de especialización, maestría o doctorado. El ACNUR señala que, de cada 100 brasileños, 15 tienen un título universitario o de posgrado. Casi la mitad de los entrevistados (49,6%) terminó la escuela secundaria.

La importancia del diploma

Pese a los altos niveles de escolaridad de los refugiados, el ACNUR menciona la necesidad de que las universidades federales revaliden sus diplomas. Sólo 14 refugiados informaron que sus títulos universitarios fueron reconocidos oficialmente en Brasil, lo que puede obstaculizar su acceso a mejores condiciones de vida.

La falta de revalidación de títulos universitarios puede explicar la distancia entre su ocupación real y su formación y habilidades. De los encuestados, el 68,2% (315) no aprovechan las habilidades o técnicas adquiridas en sus puestos de trabajo actuales. De los que respondieron a la pregunta, sólo el 31,8% (147) los utiliza.

La encuesta encontró que el 57,5% (280) de los entrevistados trabajan, el 19,5% (95) buscan trabajo y el 5,7% (28) no están empleados ni buscan trabajo. A ese respecto, el ACNUR dice que, “por lo tanto, 123 encuestados (25,2%) están fuera del mercado laboral, un número espantoso, ya que se trata de un grupo vulnerable, de personas que se vieron obligadas a abandonar sus países en condiciones de fragilidad y que no consiguen generar ingresos en el país de destino”.

A pesar de que el 92,2% de los refugiados hablan portugués, la falta de dominio del idioma fue mencionada 148 veces como un obstáculo a la hora de intentar incorporarse al mercado laboral. Ser extranjero fue mencionado 99 veces en el mismo contexto.

La voluntad de abrir un negocio fue otro tema introducido por la investigación. El deseo de ser empresario fue mencionado por el 79,3% de los encuestados (386). Los obstáculos enumerados fueron la falta de recursos financieros (302 de los 386 informantes o el 78,2%), la falta de apoyo especializado (24,3%) y el desconocimiento sobre el papeleo necesario para abrir un negocio (19,7%).

Insuficiencia de ingresos

En una sección dedicada a los gastos de los hogares y las condiciones de vivienda, el ACNUR informó de que el 79,5% de los encuestados (314) tienen ingreso familiar inferior a US$ 750, de los cuales 95 viven con hasta US$ 250. Actualmente, el salario mínimo en Brasil es de US$ 249,70.

De los entrevistados, el 67% (314) dijo que sus ingresos no cubren los gastos. La solución a este problema es trabajar más, dijo el 38,8%. Otro 22% busca reducir los costos de los alimentos para resolver el problema, mientras que el 16,8% compra a crédito y el 16,2% recurre a préstamos.

La escasez de dinero también es alarmante por otra razón: prácticamente la mitad de los entrevistados (233 o 49,9%) envían dinero a sus familiares o reciben dinero de ellos para sobrevivir. El porcentaje es mayor entre los que envían dinero (69,55% del total de 243) que entre los que reciben (24,3%).

Ciudadanía

Otro tema cubierto por el estudio se refiere al conocimiento que tienen los refugiados sobre sus derechos básicos. Un tercio está "jurídicamente integrado" porque no conoce los derechos y deberes inherentes a su condición de refugiados, y otro tercio subrayó que no es plenamente consciente del tema.

Los servicios de salud pública son los más utilizados por 444 refugiados entrevistados (91% del total), seguidos por los servicios educativos (201, 41%). “Los servicios de asistencia social se utilizan igual de poco: sólo 93 refugiados (19% del total). Finalmente, 71 refugiados (14,6% del total) declararon tener acceso a algún servicio social (seguro de salud, seguro de maternidad, etc), menos que las personas que contribuyen a la seguridad social (31% de la muestra total)”, agregó la agencia.

Cuarenta y uno por ciento de los refugiados reportaron ya haber sufrido algún tipo de discriminación. El hecho de ser extranjeros fue la fuente de hostilidad más citada (147, 73,5%).

Amor y compañerismo

El estudio también mostró que la llegada a un nuevo país les trajo experiencias en el ámbito afectivo, ya que muchos mantienen relaciones amorosas con brasileños.

En total, el 20,55% (99) informaron que tenían vínculos de esta naturaleza –62 tenían novio/novia o estaban comprometidos, y 25 estaban casados con alguien del país–. Esto también se refleja en el interés de los refugiados en obtener la ciudadanía brasileña (96,3%).

Paulo Sergio Almeida, oficial de medios de vida del ACNUR, considera que “los datos son muy importantes porque ponen de manifiesto el potencial que tienen esas personas, desde el punto de vista educativo y profesional, incluyendo el dominio del idioma y la edad. Todo converge en una población con un alto potencial de integración y de contribución para su propio desarrollo. Son personas que han logrado forjar lazos con la comunidad brasileña. La mayoría reportan tener amigos [91%], algunos se han casado, vemos un proceso continuo, pese a las dificultades que señala la investigación”, dice.

“Esto se refleja en su plan de permanecer en Brasil, ya que viven aquí, y tratan de mejorar su situación económica y construir relaciones sociales aquí”, agregó.