El déficit de la Seguridad Social brasileña superó US$ 84 mil millones en 2017
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El déficit del régimen general de la Seguridad Social brasileña fue de US$ 57,1 mil millones en 2017, lo que equivale al 2,8% del Producto Interno Bruto (PIB) previsto para el año. Estos cálculos, divulgados el lunes (22) por el Ministerio de Hacienda, se refieren al régimen gestionado por el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), que abarca los beneficios de trabajadores privados.
Se trata del más grande déficit desde 1995, cuando empezó la serie histórica, y supera el de 2016, de US$ 46,8 mil millones. El aumento de un año al otro fue del 21,8% en este régimen general. La previsión del gobierno para el déficit en 2017 era de US$ 57,9 mil millones. Según el secretario de Seguridad Social, Marcelo Caetano, el valor quedó abajo porque se trata de una estimación “de orden de grandeza bastante elevada”. Para 2018, es posible que todavía se revise el pronóstico de US$ 60, 3 mil millones de déficit.
En cuanto al llamado régimen propio, que se refiere a los funcionarios públicos y militares, el déficit en 2017 fue de US$ 27 mil millones, un aumento del 11,9% respecto a 2016 (US$ 24 mil millones).
Considerando los dos regímenes, la Seguridad Social acumuló déficit de US$ 84,1 mil millones en 2017.
“Los valores de los gastos por sí mismos son superiores a la recaudación. El gasto crece a un ritmo más alto que la recaudación. Así, el déficit crece a una velocidad bastante expresiva no solo en términos reales sino también en proporción del PIB”, explicó el secretario.
Reforma de las pensiones
Según el análisis de Caetano, los números evidencian la necesidad de la reforma de las pensiones, propuesta por el gobierno. “Es esencial. Observamos que los números crecen a decenas de miles de millones al año.”
En cuanto a un posible aplazamiento del análisis del texto por la Cámara de Diputados, previsto para el 19 de febrero, el secretario fue enfático: “El gobierno trabaja con la aprobación a mediados de febrero.”
La reforma propone, principalmente, la adopción de una edad mínima de jubilación, de 65 años para hombres y 62 años para las mujeres. También prevé que funcionarios públicos se sujeten a las mismas reglas de jubilación que los de la iniciativa privada, con techo salarial mensual de US$ 1,72 mil (valor actual, corregido anualmente por la inflación más el desempeño del PIB). Actualmente, funcionarios públicos se jubilan con el mismo salario que ganaban cuando en actividad.
Si aprobada aún este año, dice Caetano, la reforma resultaría en una reducción de hasta US$ 1,88 mil millones del déficit previsto para 2018.
Traducción: Leonardo Vieira
Fonte: El déficit de la Seguridad Social brasileña superó US$ 84 mil millones en 2017