Centro une a empresas y universidades por soluciones bajas en carbono
El Centro Virtual de Soluciones Tecnológicas de Bajo Carbono, iniciativa lanzada el jueves (15) por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), reúne empresas del sector energético y laboratorios que trabajan en soluciones de bajo carbono e instituciones de financiación.
Según Suzana Kahn, subdirectora del Instituto de Posgrado e Investigación en Ingeniería Alberto Luiz Coimbra (COPPE) de la UFRJ, las soluciones con bajas emisiones de carbono pueden beneficiar a diversos sectores de la economía, como las acerías, las cementeras y la logística de las empresas de transporte, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Uno de los laboratorios que se incorporan al centro es el LabOceano, que investiga el uso de la energía de las olas, como la generación eólica marina, y la energía térmica oceánica, útil en la industria petrolífera marina.
"Tenemos más de 150 mil metros cuadrados de laboratorios. Muchos de ellos, construidos y financiados con fondos de investigación y desarrollo de petróleo y gas, son adecuados para soluciones energéticas", remarcó.
Formación
Como se trata de un campo relativamente nuevo, señaló Kahn, los conocimientos sobre las nuevas tecnologías con bajas emisiones de carbono y las energías renovables son aún escasos. Para resolver este problema, el Centro ofrecerá cursos de formación a distancia. En su primer módulo, que comenzará en agosto, se centrará en la energía oceánica.
El curso básico para el público en general versará sobre el cambio climático, y también está previsto que empiece en agosto. En octubre se esperan dos nuevos programas: biomateriales en la construcción e hidrógeno.
Debate
En el debate titulado "Soluciones tecnológicas bajas en carbono: Capacidades y visión de futuro", celebrado el jueves en el marco de las celebraciones del 60 aniversario de COPPE, directivos de varias empresas energéticas llegaron a un consenso sobre los vínculos entre las empresas y el mundo académico.
"Hay una brecha entre el trabajo, el pensamiento y el tiempo. Esto se identificó como un problema que hay que abordar porque ambos pueden beneficiarse. La industria se beneficia de los conocimientos académicos, y la universidad puede aunar esfuerzos en los retos que la empresa necesite superar", argumentó Kahn.
