Bia Haddad y Anna Danilina: subcampeonas del Abierto de Australia
A la brasileña Bia Haddad y la kazaja Anna Danilina no les faltó coraje en la disputa por el título de dobles en el Abierto de Australia, en la madrugada de este domingo (30). Sin embargo, las checas Barbora Krejcikova y Katerina Siniakova, actuales campeonas olímpicas, se impusieron con 2 sets a 1 (parciales de 6/7, 6/4 y 6/4), llevándose el título en el Rod Laver Arena, de Melbourne. Aun así, Haddad ya entró en la historia del tenis en el país, al convertirse en la primera finalista brasileña en el Grand Slam de Australia en la Era Abierta (iniciada en 1968).
Perder es parte del juego, pero estar en la final de Melbourne tuvo un significado especial para Haddad: la superación. En los últimos dos años y medio, la brasileña enfrentó meses de suspensión por dopaje y se sometió a cirugías, la última de las cuales para extirpar un tumor.
"Fue muy duro para mí. Regresé de cuatro cirugías, luego regresé de un año y tres meses de baja por dopaje, y luego, cuando regresé, encontré un tumor en mi dedo después de ganar cuatro torneos. Luego pasé cinco meses seguidos peleando. Hace un año estaba jugando un partido de clasificación de 25 mil en Sudáfrica y hoy estaba en Rod Laver jugando contra las número uno del mundo", dijo.
Durante el proceso de superación, la brasileña de 25 años contó con el apoyo del entrenador, y se aseguró de agradecerle en la cancha, cuando recibió el trofeo.
“Por eso le dediqué el título a mi entrenador Rafael Paciaoroni, quien estuvo conmigo en todos estos momentos. Calidad en el tenis sé que tengo, y la presenté en estas semanas, pero tengo que mejorar mucho durante este año”, reveló la atleta.
Y Haddad realmente tiene mucho que celebrar: junto a la kazaja Danilina, realizó una exitosa campaña. Fueron nueve victorias consecutivas hasta la final de este domingo (30), y el último día 15 ganó los WTA 500 de Sídney.
“Estoy muy contenta con lo que hemos hecho en estas tres semanas. Personalmente, fue un logro y un aprendizaje muy grande. Pude enfrentarme a mí misma, me sentí presionada en la mayoría de los partidos y eso me hizo sacar y devolver en muchos momentos de presión. Aprendí que no crear expectativas es algo muy importante también. Anna y yo vivimos cada momento, cada partido y cada punto. Estoy segura de que fue una entrega muy grande por ambas partes", agregó Bia.
Este artículo fue traducido mediante inteligencia artificial y revisado por un traductor antes de su publicación.
