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En Recife, vecinos y ONG reforman campo de fútbol

No muy lejos, sin embargo, otra comunidad sufre sin su cancha
Isabela Vieira - Enviada especial
Publicado en 08/05/2014 - 13:30
Recife
Recife - Crianças participam de projeto no Instituto Alberto de Moura (Antonio Cruz/Agência Brasil)
© Antonio Cruz/Agência Brasil
Recife - Crianças participam de projeto no Instituto Alberto de Moura (Antonio Cruz/Agência Brasil)

Recife - Los propios vecinos, en asociación con organizaciones no gubernamentales, reformaron una precaria cancha y permitieron a los niños practicar deportes después de las clases. Antonio Cruz/Agência Brasil

Erigida en São Lourenço da Mata, la ciudad más pobre de las cercanías de Recife, la Arena Pernambuco ha costado alrededor de US$ 239 millones. El estadio donde se jugarán cuatro partidos del Mundial de fútbol tiene capacidad para 46 mil personas, casi la mitad de la población de la ciudad. Hasta hace poco, São Lourenço da Mata, con 108 mil habitantes, solo contaba con una cancha rodeada de barro y aguas residuales.

La cancha que surgió

Sin embargo, la proximidad con la lujosa Arena Pernambuco no se reflejó en inversiones en deporte y ocio. Fueron los propios vecinos, en asociación con organizaciones no gubernamentales, quienes reformaron una precaria cancha y permitieron a los niños practicar deportes después de las clases.

Para proporcionar apoyo financiero y profesional a la reforma, la ONG Love.Fútbol tuvo en cuenta el elevado número de niños y el bajo Índice de Desarrollo Humano de São Lourenço da Mata (0,6 en una escala de 0 a 1), el peor entre todas las ciudades anfitrionas de la Copa.

El trabajo duró cuatro meses y culminó con la inauguración de una cancha nueva, con vestuarios, porterías y redes en la meta. Con el césped recortado y el terreno del campo nivelado, el sitio pasó a albergar juegos de otras vecindades, que eventualmente lo alquilan. El dinero es suficiente para el mantenimiento de la cancha y el pago de profesores de educación física y animadores, que dan clases para niños y adolescentes dos veces a la semana.

La unión lograda para la reforma también tuvo impacto en la movilización de los vecinos por mejores condiciones de vida. Tras la inauguración, ellos consiguieron que el ayuntamiento asfaltara la calle de acceso al barrio. “Cada uno de los ciudadanos, que veían a la comunidad como un foco de marginalidad, se dio cuenta de que logró, no solo para los niños, sino para todos, una oportunidad de disfrutar el ocio y el deporte”, dijo Eliane Sebastião dos Santos, coordinadora de la ONG Instituto Alberto de Moura.

Recife - Instalações do Instituto Alberto de Moura. A ONG, em parceria com a rede municipal de ensino, atende crianças em contexto de pobreza (Antonio Cruz/Agência Brasil)

Recife - En el Instituto Alberto de Moura, hay sesiones de lectura en rueda, narración de historias y clases de ciudadanía en la sede del instituto, ubicada enfrente al campo.Antonio Cruz/Agência Brasil

Además, hay sesiones de lectura en rueda, narración de historias y clases de ciudadanía en la sede del instituto, ubicada enfrente al campo. El nuevo sueño ahora es conseguir apoyo para la construcción de una cancha polideportiva y una piscina. “Estamos en el Nordeste, hace demasiado calor”, bromeó Eliane.

 

Recife - Conselheira tutelar de Camaragibe, Josefa Maria de Mello reconhece que as dificuldades das famílias aumentaram depois das remoções para as obras da Copa do Mundo (Antonio Cruz/Agência Brasil)

Recife - Jeanny de Oliveira, concejal de protección a menores de la región, se lamenta: “Caminando por la comunidad, se puede ver el gran número de niños y adolescentes que no tienen nada que hacer, lo que les deja muy vulnerables”.Antonio Cruz/Agência Brasil

La cancha que desapareció

Mientras São Lourenço da Mata construyó su nuevo campo de fútbol, la comunidad del Coque vio su única cancha deportiva dar lugar al viaducto Capitão Ternudo. Y espera, hace tres años, que se cumpla la promesa del ayuntamiento: la construcción de una nueva área para deporte y ocio.

El proyecto –que incluye a dos canchas polideportivas, pista para monopatín, jardín, parque, pista para jogging y un anfiteatro– era una de las demandas de las 45 mil familias de la comunidad ante la construcción de la Vía Mangue, autopista que conecta el centro al barrio más noble de Boa Viagem. Sin embargo, la cancha de cemento fue reconstruida en condiciones precarias y la comunidad reclama nuevas instalaciones.

“Cuando se hizo aquí el viaducto, los vecinos exigieron que se mantuviera la cancha. Porque era el único espacio de ocio que había, construido con recursos de los vecinos”, dijo Mônica Monteiro dos Santos, una de las líderes de la comunidad.

Anteriormente, toda la zona estaba ocupada por chabolas, que fueron expropiadas. Para no permitir que el sitio fuera ocupado de nuevo, la municipalidad propuso el proyecto, como explica Magellt Ferreira de Lima, albañil y profesor de la escuela de fútbol. Magellt cuenta que, al fin y al cabo, se dio prioridad a la inversión en obras viales para la Copa, mientras que la comunidad no recibió nada. “Sabemos que estas cosas no son para nosotros. La Vía Mangue, para nosotros, no significa nada”, afirmó.

Recife - Jovens aproveitam espaço embaixo de pilares de viaduto para jogar futebol (Antonio Cruz/Agência Brasil)

Recife - Los chicos encuentran una manera de convertir los gigantes pilares del viaducto en un lugar de juegos como los de persecución y escondite.Antonio Cruz/Agência Brasil

A los 11 años  de edad, Carlos Eduardo da Silva Abreu sale directamente de la escuela a jugar el fútbol. “Me gusta vivir aquí cerca de la cancha. Si no fuera así, querría otro rincón”, dijo. “Mi futuro es solo jugar a la pelota”, dijo Líveson Ribeiro de Paiva, también de 11 años. Ellos encuentran una manera de convertir los gigantes pilares del viaducto en un lugar de juegos como los de persecución y escondite. “La cancha de mis sueños tiene gradas a ambos lados, como lo era antes, un travesaño más grande, piso sin agujeros y buena pintura”, dice Carlos.

Una serie de proyectos para el deporte, el ocio y la cultura, desarrollados por organizaciones comunitarias, están interrumpidos por falta de recursos. Jeanny de Oliveira, concejal de protección a menores de la región, se lamenta: “Caminando por la comunidad, se puede ver el gran número de niños y adolescentes que no tienen nada que hacer, lo que les deja muy vulnerables”.

En un comunicado, la alcaldía de Recife dijo que el proyecto en Coque se encuentra “en etapa de elaboración”, pero no informó el presupuesto y el plazo para inicio de las obras, que también abarcan la construcción de un área para ejercicios físicos, juegos de mesa y parque infantil.

Traducción: Leonardo Vieira


Fonte: En Recife, vecinos y ONG reforman campo de fútbol