Cámara de Diputados honra 100 años de baloncesto brasileño
Con 100 años de historia, la selección brasileña de baloncesto recoge una serie de logros que sitúan al país entre las grandes fuerzas de este deporte, con tres títulos mundiales ya conquistados. Esta rica historia llevó a la Cámara de Diputados, en la sesión solemne semipresencial de hoy, a rendir homenaje a los grandes equipos masculinos y femeninos que han subido a tantos podios.
De los tres mundiales ganados por Brasil, dos fueron masculinos (1959, en Chile, y 1963, en Brasil) y uno femenino (Australia, 1994). En 1954 y 1970, el equipo masculino fue subcampeón. El país fue tercero en tres ediciones, dos de ellas masculinas (1967 y 1978) y una femenina (1971).
En los Juegos Olímpicos, el equipo masculino brasileño ha ganado tres medallas de bronce, en Londres (1948), Roma (1960) y Japón (1964). El equipo femenino ganó la plata en Atlanta (1996) y el bronce en Sydney (2000). Las selecciones brasileñas masculina y femenina también han cosechado una serie de medallas en las copas de América, Sudamericana y Panamericana.
Pan de 87
Para muchos, el título más importante fue el Panamericano de 1987, en Indianápolis, cuando la selección masculina, liderada por el ídolo brasileño Oscar Schmidt -máximo anotador de la historia del baloncesto, con 49.737 puntos- derrotó a Estados Unidos en la final, en suelo americano.
Oscar participó en el homenaje de hoy en la Cámara de Representantes. Recordó sus primeros tiros, realizados de niño en Brasilia, cuando soñaba con ser jugador de fútbol. "Mi sueño no era jugar al baloncesto. Era, como todos los niños de la época, jugar al fútbol. Pero me llamó un entrenador del Club del Barrio para que probara el baloncesto", dijo el ex jugador.
Óscar recordó que, justo al principio de su proceso de aprendizaje, escuchó de su entrenador una de las frases más importantes de su vida cuando aprendía técnicas de tiro. "Mi entrenador me dijo: 'empieza bien que un día acertarás muchos'. Gracias a él, tuve una carrera de cuento de hadas".
En representación del baloncesto femenino, la campeona mundial de 1994, Alessandra de Oliveira, dijo que el baloncesto también le cambió la vida. "Ser una atleta de alto nivel es importante, pero ante todo ser una buena ciudadana. El baloncesto me condujo a esto y me llevó al mundo", dijo.
