Queso brasileño entre los 12 mejores del mundo en concurso francés
En total, se evaluaron 1.640 tipos de queso de varios países, de los cuales 288 fueron presentados por 91 productores brasileños de 12 estados. De las 17 medallas de oro, diez fueron para productores de Minas Gerais.
Entre los quesos galardonados con la medalla de oro, el concurso también seleccionó a los 12 mejores del mundo en la categoría Super Gold. El único producto no europeo fue el Caprinus do Lago, que quedó séptimo, producido por Fabrício Le Draper Vieira en Capril do Lago, Valença, municipio de la región sur del estado de Río de Janeiro. Francia ganó 10 de esas medallas, y Suiza, una.
En una entrevista concedida a la Agência Brasil, el productor reveló que era la primera vez que ganaba la medalla de oro en un concurso mundial de quesos. Sus productos también ganaron una medalla de bronce por el queso de leche de vaca con pimentón en la tapa llamado Destino, en honor al pueblo donde nació su padre.
Lista de espera
Caprinus do Lago es un queso de pasta prensada semicocida elaborado con leche cruda de cabra. "Tarda un año en estar listo. Tenemos que darle la vuelta y cepillarlo todos los días. Se necesitan 17 litros de leche para hacer un kilo de queso. Este queso se produce dos veces por semana, aunque tarde un año en hacerse. Hacemos un queso de cinco kilos".
Vieira afirma que hay más de mil personas haciendo cola para comprar el producto, y añade que el periodo de espera suele durar un año. "No esperábamos tanta repercusión".
A pesar de la gran demanda, no tiene intención de aumentar la producción, pero sí de mantener la calidad del producto. "Quiero que sea un producto exclusivo, premium, que la gente tenga que esperar para probarlo". Otro detalle es que no vende los cinco kilos de queso enteros a una sola persona: "Prefiero enviar un trozo a 20 personas que un trozo entero a una sola".
Fabrício Le Draper Vieira ha estado probando el queso Súper Oro en el bistró que regenta en Capril. "Si alguien va allí a comer o cenar con nosotros, le dejo probar el queso, pero solo allí. También es una forma de monetizar un poco y hacer viable el proyecto, que todavía no es autosostenible. Es un proyecto de inversión, porque llevo haciendo queso aquí desde la pandemia de covid-19. Hace muy poco tiempo. Yo vivo de la odontología. Soy dentista".
Pasión
Nacido en una familia de 38 dentistas, Vieira tiene una sólida carrera en este campo. El año pasado fue aclamado entre los 100 mejores dentistas en una lista de una asociación internacional de la categoría. En su opinión, el secreto de su éxito, tanto en la producción de queso como en la odontología, es la pasión. En su opinión, todo lo que se hace con pasión prospera.
Su gusto por el queso y las cabras surgió cuando tenía 12 años. Le pidió a su padre una vaca, pero se dio cuenta de que no podría sacar leche de un animal tan alto. Entonces, en una exposición agrícola, conoció a una cabra lechera y se enamoró de ella. "Fue pasión a primera vista. [Las cabras] eran preciosas y de un tamaño que yo podía manejar".