Mata Atlántica: Brasil posee solo 18% de patentes sobre flora endémica
La Mata Atlántica es un bioma sudamericano excepcional por su rica biodiversidad y la presencia especies únicas que no se encuentran naturalmente en ningún otro lugar del mundo. De las aproximadamente 9.500 especies de plantas nativas que alberga este bioma, se estima que unas de 8.400 son endémicas, es decir, exclusivas de este hábitat.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de la Mata Atlántica (INMA), la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE) y la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar) reveló que productos y tecnologías derivados de 66 plantas endémicas de este bioma generaron un total de 118 patentes entre 2000 y 2021. Sin embargo, solo 21 de estas patentes fueron desarrolladas y registradas en Brasil. China encabeza la lista con 54 patentes, seguida por Estados Unidos (15), países europeos (7) y Japón (3).
Entre las especies más patentadas se destacan la salvia cardinal (Salvia splendens), con 34 patentes, y la gloxinia (Sinningia speciosa), con 7, ninguna de las cuales cuenta con productos o tecnologías patentadas en Brasil.
El estudio subraya la importancia de fortalecer los mecanismos de control, acceso y protección de los recursos genéticos en Brasil. Celise Villa dos Santos, investigadora del INMA y coautora del estudio, señala que identificar el origen del patrimonio genético en las patentes representa un desafío considerable, dado el histórico movimiento de especies vegetales entre continentes desde la colonización de Brasil hace 500 años. Esta situación dificulta determinar si el acceso a estas especies proviene directamente desde Brasil o a de ejemplares cultivados o naturalizados en otros países. Algunas especies endémicas brasileñas, pondera la investigadora, podrían haberse convertido en "nativas" en otros países, formando parte de su patrimonio genético e incluso asociadas a conocimientos tradicionales en diferentes partes del mundo.
Los mecanismos actuales, tanto a nivel nacional como internacional, para la concesión de patentes y el control del acceso a la biodiversidad y conocimientos tradicionales, son considerados insuficientes por la investigadora. Esto implica que las actividades de biopiratería realizadas por extranjeros fuera de Brasil podrían no ser detectadas adecuadamente. Para abordar estas preocupaciones, Villa dos Santos propone desde 2011 la implementación de un certificado internacional de origen en el marco de la Organización Mundial del Comercio, con el objetivo de mejorar la transparencia y el control en el registro de patentes.
Además, destaca que el Sistema de Gestión del Patrimonio Genético y de los Conocimientos Tradicionales Asociados (SisGen), establecido en 2017 en Brasil, se centra únicamente en controlar el acceso a la biodiversidad y tecnologías desarrolladas y protegidas dentro del país.
Otras especies
El estudio también resalta que se han registrado 1.148 patentes para 72 especies de plantas nativas pero no endémicas de la Mata Atlántica. Muchas de estas especies también se encuentran en otros países, como el musgo Rhodobryum roseum, que lidera la lista con 263 patentes y está presente en casi todo el mundo, siendo estudiado por sus propiedades químicas y medicinales. Otras especies, como el jaborandi (Pilocarpus spicatus), son exclusivas de Brasil, pero no se limitan únicamente a la Mata Atlántica. De las 1.148 patentes de plantas nativas no endémicas, solo 21 pertenecen a Brasil, lo que representa el 2% del total registrado.
Según Villa dos Santos, las innovaciones tecnológicas son cruciales como mecanismo para mejorar la eficiencia económica de un país y aumentar su competitividad en el comercio internacional. Brasil posee un potencial significativo para liderar este proceso, gracias a la diversidad de especies distribuidas en sus seis biomas y al conocimiento ancestral acumulado por las comunidades tradicionales sobre el uso de estas especies, afirmó la investigadora.
Las políticas públicas y los mecanismos federales y estatales implementados desde la década de 2000 para promover el desarrollo de la bioeconomía han incentivado la estrategia de patentar la biotecnología en Brasil. A pesar de estos esfuerzos, aún persisten desafíos relevantes. "Las patentes brasileñas relacionadas con especies de la Mata Atlántica han sido mayormente solicitadas por universidades brasileñas e institutos públicos de investigación. El proceso de presentar y mantener una patente conlleva costos considerables, lo cual obliga a estas instituciones a tomar decisiones estratégicas sobre qué invenciones proteger", explicó Villa dos Santos.
La investigadora también destaca que la protección de una invención está influenciada por factores culturales, políticas públicas, incentivos gubernamentales y estrategias empresariales. A pesar de que la Amazonia alberga menos especies vegetales que la Mata Atlántica, los productos y tecnologías basados en plantas amazónicas se patentan con mayor frecuencia. "Esto se debe a las estrategias comerciales predominantes en la industria cosmética y al atractivo comercial de la selva amazónica. Además, la presencia de instituciones públicas como el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (Inpa), que se dedica al desarrollo de tecnologías y a la protección de la propiedad intelectual, también influye significativamente en este proceso", dijo.
El estudio también resalta que muchas especies de flora de la Mata Atlántica con patentes están en peligro de extinción. Con solo el 12% de su vegetación nativa remanente y con el 82% de las especies de flora endémica amenazadas de extinción, se advierte sobre la potencial pérdida de recursos que podrían ser mejor aprovechados para el desarrollo de productos y tecnologías.
Este mes, el gobierno brasileño lanzó la Estrategia Nacional de Bioeconomía, que establece directrices y objetivos estratégicos para el desarrollo de cadenas de productos, procesos y servicios que utilicen recursos biológicos y tecnología avanzada con el fin de producir de manera más sostenible.