Brasil se retira del Pacto Mundial para las Migraciones de la ONU
El presidente Jair Bolsonaro confirmó este miércoles (9) la revocación de la adhesión de Brasil al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de las Naciones Unidas. En su cuenta de Twitter, declaró que la iniciativa estaba motivada para preservar los valores nacionales. "Brasil es soberano para decidir si acepta o no a migrantes. No al pacto migratorio", dijo el presidente.
Bolsonaro argumentó que quienes vengan a Brasil “deberán estar sujetos a nuestras leyes, reglas y costumbres, como también deberán cantar nuestro himno y respetar nuestra cultura. No cualquiera entra en nuestra casa, ni cualquiera entrará a Brasil a través de un pacto adoptado por terceros”, dijo.
La decisión presidencial fue comunicada al Ministerio de Asuntos Exteriores, quien orientó al cuerpo diplomático que la transmitiera a la ONU. Brasil se unió al pacto en diciembre de 2018.
Historia
Bolsonaro y su canciller Ernesto Araújo ya habían criticado los términos del pacto. Durante una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en Brasilia, el último 2 de noviembre, Bolsonaro afirmó que pretendía retirar a Brasil del acuerdo.
Según el mandatario, el país adoptará criterios estrictos para la entrada de inmigrantes. Después de las elecciones, dijo que cualquiera que "no pasara por el tamiz" no entraría en el país.
Para el canciller brasileño, el pacto es un instrumento inadecuado para abordar el problema. "La inmigración no debe ser tratada como un tema global, sino de acuerdo con la realidad y la soberanía de cada país.
Cerrado en 2017 y aprobado el año pasado, el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular estableció directrices específicas para recibir a los inmigrantes, preservando el respeto de los derechos humanos independientemente de su nacionalidad. De los representantes de los 193 países de las Naciones Unidas, 181 se han sumado al acuerdo. Estados Unidos y Hungría se encuentran entre los que se opusieron. La República Dominicana, Eritrea y Libia se abstuvieron.
El pacto tiene cuatro objetivos principales: aliviar la presión sobre los países de acogida, aumentar la autosuficiencia de los refugiados, aumentar el acceso a soluciones de terceros países y ayudar a crear condiciones en los países de origen para el retorno seguro y digno de los ciudadanos.