La sequía favorece la caza y pesca ilegales en la Amazonía
El director de fiscalización ambiental del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), Johnatan Santos, declaró en una entrevista a TV Brasil que la sequía intensificada por el cambio climático viene favoreciendo el aumento de la caza y pesca ilegales de especies amazónicas amenazadas de extinción. “Debido a la disminución del nivel del agua, la visualización se vuelve más fácil para los criminales, que logran capturar a los animales con mayor facilidad”, dice.
El pasado martes (24) se incautó un manatí amazónico (Trichechus inunguis) abatido en la ribera del río Tefé, en el estado de Amazonas. La operación llevada a cabo por el órgano ambiental también encontró 422 kg de carne de paiche o pirarucú (Arapaima gigas), que estaría siendo comercializada en la Feria Municipal de Tefé, sin comprobante de origen de manejo autorizado.
Según Santos, la intensificación de la acción depredadora representa una amenaza de extinción real de estos animales a mediano y largo plazo. “Si el manatí se extingue, causará un desequilibrio enorme en el ecosistema acuático, ya que desempeña un papel fundamental en la cadena alimentaria”, explica.
La denuncia de los crímenes provino de organizaciones no gubernamentales y de la unidad del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) que actúa en la región. De acuerdo con el Ibama, ya han resultado en la aplicación de R$ 12 mil en multas.
“El Ibama monitorea los ríos en conjunto con otras instituciones, evaluando la calidad del agua, la temperatura y el caudal, además de recibir información sobre el flujo de estos ríos. Asimismo, realiza la fiscalización de acciones que puedan empeorar la situación, no solo de los niveles del agua, sino principalmente de la fauna acuática y de la minería ilegal que ha modificado el curso de los ríos donde operan”, explica Santos.
El trabajo de los órganos de control vienen detectando que los infractores utilizan redes de enmalle, arpones, martillos e incluso armas de fuego para la caza y pesca ilegal. Luego, la carne de estos animales se lleva y se procesa en lugares sin autorización sanitaria, para luego ser comercializada. “El Ibama viene realizando acciones de vigilancia en puntos estratégicos donde la caza representa una mayor amenaza para el equilibrio ecológico”, dice el director.
Según Santos, debido a las dimensiones de la cuenca del Amazonas es necesario que vuelva a llover en toda la región, para que los ríos recuperen su nivel de agua y superen el mínimo histórico observado en varias regiones de la Amazonía. “Esperamos que a partir de finales de octubre las lluvias se intensifiquen y los ríos recuperen sus niveles normales”, concluye.