Deforestación en Amazonia cae un 30,6% en un año
La deforestación en la Amazonia Legal entre agosto de 2023 y julio de 2024 alcanzó los 6.288 km², una reducción del 30,6% en comparación con el período anterior (2022-2023), según informó este miércoles (6) el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Estos datos provienen del Proyecto de Monitoreo de la Deforestación en la Amazonia Legal por Satélite (Prodes), un sistema que calcula la pérdida anual de bosques en los nueve estados de la Amazonia Legal.
Según el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, este resultado representa la menor tasa de deforestación en 15 años, mientras que, en términos de área afectada, la cifra es la más baja desde 2015, cuando se registraron 6.207 km² deforestados. El monitoreo se realiza entre agosto y julio de cada año, aprovechando las estaciones más secas de la selva, y ofrece una precisión de 10 metros para detectar tanto la tala rasa como la deforestación causada por degradación progresiva, incluyendo incendios. Los científicos consideran estos resultados como los más confiables disponibles.
La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, destacó la importancia de los resultados logrados en el último año, y señaló que la deforestación en la Amazonia ha disminuido un 45% en los últimos dos años. "Este es un aporte tanto para nosotros como para el mundo, en un momento en que el cambio climático es una realidad innegable", afirmó Silva, refiriéndose a fenómenos meteorológicos extremos como las heladas en África, las inundaciones en España y las olas de calor en Europa.
Entre los estados brasileños, Rondônia lideró la reducción de la deforestación con una caída del 62,5%, seguido de Mato Grosso (-45,1%), Pará (-28,4%) y Amazonas (-29%). No obstante, Roraima fue la excepción, registrando un aumento del 53% en deforestación durante el último periodo. De los 70 municipios con mayor prioridad en la lucha contra la deforestación, el 78% logró reducir la tala de bosques, aunque el 23% restante registró incrementos.
Según el gobierno federal, la disminución de la deforestación en la Amazonia ha evitado la emisión de 359 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, un logro que las organizaciones sin ánimo de lucro celebraron, aunque con reservas.
"La reducción sostenida de la deforestación en la Amazonia por tercer año consecutivo es una buena noticia, pero no es suficiente frente a los desafíos climáticos y de biodiversidad que enfrentamos", señaló Mariana Napolitano, Directora de Estrategia de WWF-Brasil. "Para evitar los peores escenarios de eventos extremos en el país, como las inundaciones en Río Grande del Sur o los incendios en el Pantanal, es fundamental mantener y acelerar esta tendencia a la baja en los próximos años."