Quilombolas piden mayor participación en los debates sobre la COP30

Las comunidades afrodescendientes y quilombolas exigen mayor presencia en los encuentros sobre el cambio climático previos a la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en noviembre en Belém. Lo solicitaron a través de una carta difundida por la Coordinación Nacional de Articulación de las Comunidades Negras Rurales Quilombolas (Conaq).
Una comunidad quilombola es un grupo social formado por descendientes de africanos esclavizados que, históricamente, se refugiaron en territorios aislados para preservar su cultura, autonomía y modo de vida. En la actualidad, estas comunidades mantienen tradiciones ancestrales y luchan por el reconocimiento de sus derechos territoriales y culturales.
En el documento, la entidad señala que el silenciamiento y la invisibilización de este grupo poblacional son históricos y que, al relegarlo en el contexto de la conferencia, el Estado brasileño, el gobierno federal y la organización del evento dejan de valorar conocimientos ancestrales y prácticas sostenibles. La Conaq defiende que los afrodescendientes y los quilombolas sean "reconocidos en el preámbulo de la convención [en la implementación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)] y en las plataformas de comunidades locales y pueblos indígenas, con el derecho real a voz y voto en los principales mecanismos y órganos de decisión climática".
"Necesitamos cambiar esta realidad, garantizando que seamos reconocidos como sujetos colectivos de derecho, con participación activa en las decisiones nacionales e internacionales", añade la organización que aboga por los derechos de los quilombolas en todo el país.
Para la Conaq, esto va más allá de una cuestión de justicia social: es también una necesidad para la construcción de soluciones justas y eficaces.
"A pocos meses del más grande evento global sobre el cambio climático, la omisión de las contribuciones del pueblo quilombola en esta lucha no solo perpetúa injusticias sociales, sino que también compromete la efectividad de las estrategias para enfrentar los desafíos ambientales que todos enfrentamos", señala la carta.
El documento también enfatiza la necesidad de que la COP30 adopte medidas concretas para garantizar la participación efectiva de las comunidades afrodescendientes y quilombolas en las negociaciones climáticas. "Esto incluye el reconocimiento formal de los derechos territoriales como parte de las soluciones climáticas globales. Queremos y debemos estar en este espacio y ser tratados en igualdad de condiciones con los pueblos de los bosques y de las aguas".
El Censo de 2022, el más reciente de Brasil, registró una población quilombola de 1.327.802 personas, lo que equivale al 0,65% del total de habitantes del país. En total, se identificaron 8.441 localidades quilombolas en el territorio nacional, vinculadas a 7.666 comunidades quilombolas declaradas.
La región con más localidades es el Nordeste, con 5.386 (63,81%), seguida del Sudeste, con 1.245 localidades (14,75%), y del Norte, con 1.228 (14,55%). En cuanto a los estados con mayor número de comunidades, el primero en la lista es Maranhão, que concentra 2.025 (23,99%). En segundo y tercer lugar aparecen Bahía, con 1.814 localidades, y Minas Gerais, con 979, lo que representa, respectivamente, el 21,49% y el 11,60% del total.

