Elecciones en Brasil muestran fragmentación partidaria, dicen analistas
Además de consolidar la tendencia observada durante la primera ronda de crecimiento del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) y debilitamiento del PT (Partido de los Trabajadores), la segunda vuelta de las elecciones municipales reveló también una fragmentación partidaria, como se ha podido ejemplificar con la victoria de agrupaciones de baja representatividad en importantes ciudades brasileñas. Así lo consideran diversos analistas entrevistados por Agência Brasil.
Maurício Santoro, politólogo y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (Uerj) sostiene que, si por un lado las elecciones municipales fortalecen la base del gobierno del presidente Michel Temer, también revelan un país con una mayor fragmentación partidaria, en que agrupaciones con poca representatividad logran elegir a alcaldes en importantes capitales.
“Esa fragmentación ha sido una marca de esa segunda ronda. Es un fenómeno de esta década de 2010, que resulta de la crisis política y de un desastre aún mayor en los partidos políticos mayoritarios, que están en la mira de la Operación Autolavado y sufren el impacto de las investigaciones. Eso abre espacio para otros partidos”, dijo Santoro.
Para el politólogo Carlos Ranulfo, coordinador del Centro de Estudios Legislativos de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), la victoria de Marcelo Crivella (PRB, Partido Republicano de Brasil) en Río de Janeiro, Alexandre Kalil (PHS, Partido Humanista de la Solidaridad) en Belo Horizonte y Rafael Greca (PMN, Partido de la Movilización Nacional) en Curitiba muestra una dispersión del poder hacia pequeños partidos en Brasil.
“Basta con ver los resultados en las capitales: hay 13 o 14 partidos al frente de las capitales. Es una cifra muy grande, si tenemos en cuenta que, hasta el 2014, siempre prevalecieron tres partidos más fuertes: PT, PSDB y PMDB. Lo que pasa es una fragmentación partidaria, fruto de la caída del PT. El aspecto más destacable de estas elecciones es la continuidad de la fragmentación. Si no hay ninguna reforma política en el 2017, en 2018 [cuando se realizarán las elecciones para presidente y gobernador], por lo que todo indica, vamos a tener una expansión aún mayor en el número de partidos”, puntualizó Ranulfo.
PSDB, PMDB y PT
Aún de acuerdo con Ranulfo, el ala derecha del PSDB se fortaleció al ganar en las principales ciudades y capitales. “Eso también aparece bien expresado en la hegemonía que el gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, ha construido durante este proceso. Mientras él se ha desempeñado bien en São Paulo, el senador Aécio Neves se ha desempeñado muy mal en Minas Gerais. Otros partidos comienzan a gravitar alrededor de esa ala encabezada por Alckmin en el PSDB”, afirmó. João Dória Junior se eligió en la primera ronda a la alcaldía de São Paulo con el apoyo de Alckmin, y João Leite, candidato de Neves en Belo Horizonte, fue derrotado en la segunda ronda.
En su opinión, “la victoria del PSDB significa una victoria de Alckmin, que le da más fuerza para disputar la carrera presidencial del 2018”.
Otro punto que destacan los analistas es la derrota del PT en las elecciones municipales. “El PT fue expulsado de prácticamente todas las grandes ciudades brasileñas, y la mayor ciudad donde el partido ganó fue la capital de Acre, Rio Branco”, dijo Santoro.
Giro a la derecha
Para los analistas, no hay duda de que hubo un giro a la derecha en estas elecciones municipales. Para Santoro, este país más conservador que surge a partir de la segunda ronda es reflejo de un panorama político en el que el PT perdió espacio debido a la crisis económica y el desgaste causado por las investigaciones de la Operación Autolavado. “Es un país más conservador, más escéptico acerca de la política, con muchas abstenciones, votos nulos y votos en blanco. La gente está muy descontenta con las opciones políticas que se presentan”, apuntó.
Santoro señala que muchos políticos están con el futuro en suspenso luego de la detención del diputado destituido Eduardo Cunha y ante una posible delación de los ejecutivos de la constructora Odebrecht en el marco de la Operación Autolavado. “Hasta el 2018, tendremos que dar respuesta a tres grandes incógnitas: en qué medida la Operación Autolavado alcanzará la elite política brasileña, sobre todo el PMDB; qué pasará con la economía y si logrará recuperarse; y cuál será el desenlace de las reformas que el gobierno Temer está negociando en el Congreso, en especial la del sistema de pensiones y la laboral. Estamos en un momento de mucha incertidumbre en el sistema político, lo que hace muy difícil negociar una reforma política amplia”, concluyó.
Traducción: Lucas Magdiel
Fonte: Elecciones en Brasil muestran fragmentación partidaria, dicen analistas