Brasil lanza programa para implantar escuelas cívico-militares
El gobierno brasileño lanzó este jueves (5) el Programa Nacional de Escuelas Cívico-Militares (Pecim), destinado a mejorar la calidad de la educación básica. Se prevé implantar un total de 216 escuelas de este tipo en el país hasta 2023.
Las escuelas cívico-militares son instituciones no militarizadas con agentes militares retirados como tutores. En julio, el Ministerio de Educación anunció la implantación de 108 escuelas en ese modelo. Ahora, la meta se ha duplicado.
El ministro de Educación Abraham Weintraub señaló que estas escuelas tienen un rendimiento superior a la media y que serán fundamentales para mejorar la educación en Brasil. El desafío, dijo, es tener el 10% de todas las escuelas brasileñas en el modelo cívico-militar hasta el final del mandato del presidente Jair Bolsonaro.
"Las familias se sienten más seguras al dejar a sus hijos a esas escuelas; el ambiente es más seguro; la camaradería entre los compañeros de clase es mejor; me he convertido en un admirador de ese modelo", dijo el ministro.
Disciplina y desempeño
El buen desempeño de las escuelas cívico-militares está vinculado a la disciplina de los estudiantes, argumentó Bolsonaro. “Hay que poner la importancia de los valores cívico-militares en la cabeza de estos niños tal y como era durante el régimen militar: educación moral y cívica, respeto por la bandera", dijo.
En su discurso durante la ceremonia de lanzamiento, Bolsonaro dijo que lo que saca a una nación de la miseria y la pobreza es el conocimiento, agregando que Brasil tiene un gran potencial.
Modelo
Los militares trabajarán en la disciplina, el fortalecimiento de los valores éticos y morales, la administración escolar y la mejora de la infraestructura y la organización. La pedagogía y la enseñanza seguirán en manos de maestros y educadores, y sus tareas y deberes serán respetados, según el Ministerio de Educación.
La iniciativa dará prioridad a las regiones con mayor vulnerabilidad social y un bajo índice de desarrollo de la educación básica. Los objetivos incluyen mejorar el entorno escolar, abordar la violencia y reducir la deserción y la repitencia escolar.
La adhesión de los estados y municipios al programa es voluntaria, y se espera que las autoridades lleven a cabo consultas públicas.
Sin embargo, en la opinión del presidente, habría que imponer la implantación de escuelas cívico-militares. Mencionó el Distrito Federal, donde el modelo fue adoptado en cuatro escuelas en colaboración con la Policía Militar. “Vi que algunos barrios celebraron una votación y no la aceptaron. Lo siento, no será cuestión de aceptar o no. Hay que imponerlo. No quiero que los niños crezcan y tengan que depender de los programas sociales del gobierno”, agregó.
Proyecto piloto
Cincuenta y cuatro escuelas serán beneficiadas por el programa en su fase piloto, dos en cada estado. La escuela será seleccionada por los estados hasta el 27 de septiembre. Las escuelas deben tener de 500 a mil estudiantes del 6.º al 9.º grado de la enseñanza primaria y/o secundaria.
El Ministerio de Defensa nombrará a agentes retirados de las Fuerzas Armadas para que trabajen como tutores. Serán contratados por hasta por diez años y ganarán el 30% de la paga que recibían antes de jubilarse. Los estados también podrán asignar policías y bomberos para ayudar con la administración de las escuelas.
El Ministerio de Educación invertirá unos US$ 250 mil por escuela para pagar a los militares, mejorar la infraestructura de las unidades y brindar el material escolar.