Medalla de oro da visibilidad a regatistas brasileñas

Los que no siguen de cerca el deporte pueden haber sido sorprendidos por la medalla de oro de Martine Grael y Kahena Kunze en la clase 49er FX de la vela. Sus nombres, sin embargo, ya eran los favoritos para el podio. Las dos ganaron el Mundial de 2014 y fueron elegidas atletas del año por la Federación Internacional de Vela. Ahora, su situación es otra: pasan a ser conocidas como campeonas olímpicas.

“Todavía hay mucho tiempo para pensar en ello. Ha sido una carrera muy competitiva. Realmente quería tener otra medalla para dar a las españolas, que hicieron una excelente puntuación. A Tokio, obviamente, vamos a llegar favoritas, pero hay mucho que suceder antes de eso”, dijo Kahena en una entrevista el jueves (18).

Ha sido realmente una carrera muy disputada. Las parejas de Brasil, Dinamarca y España llegaron empatadas a las finales. Las neozelandesas tenían solo un punto menos. Entre esos cuatro países, la posición en la última carrera definiría el podio. El resultado fue el oro para Brasil, la plata para Nueva Zelanda y el bronce para Dinamarca.

“Cuando nos dijeron que ganamos por dos segundos dije, 'Jesus, pero por tan poco?'. Cuando salimos a la carrera abracé Martine y le dije: 'Independientemente del resultado, ya somos vencedoras, así que dejemos al lado la presión y hagamos nuestra regata, lo que sabemos hacer'", relató Kahena.

Las dos también contaron con un apoyo valoroso. Además del entrenador Javier Torres, recibieron lecciones de Torben Grael, cinco veces medallista olímpico, con dos de oro, y padre de Martine. “Siempre tratamos de buscar las experiencias que él nos podía enseñar. Y ahora, en la carrera, tanto hoy como en otros días, él nos transmitió tranquilidad“, dijo Martine.

“Es un tipo que sabe mucho de la Bahía de Guanabara, que siempre dice algo bueno. A veces no dice nada, pero solo por estar cerca ya nos transmite paz”, afirmó la hija de Torben. El deporte está en la familia hace años y fue un camino natural.

“Ella empezó a navegar muy temprano, y a competir muy temprano. No nos importaba mucho que compitiera, sino estábamos preocupados por que le gustase el deporte. Y le gustó, se enamoró, y luego la competición vino naturalmente”, dijo Torben.

*Con la colaboración de Patricia Serrão, del Portal EBC

Traducción: Leonardo Vieira