logo Agência Brasil
Salud

Fiocruz: 122 años fabricando vacunas y fármacos para todo el país

La institución fue fundada en 1900 por Oswaldo Cruz
Mauricio de Almeida – Reportero de TV Brasil
Publicado en 27/05/2022 - 08:35
Rio de Janeiro
Castelo mourisco
© Leonardo Oliveira/FioCruz

A principios de 1900, la ciudad de Río de Janeiro se enfrentaba a una epidemia de fiebre amarilla y peste bubónica. Para contener el avance de estas enfermedades, el 25 de mayo de aquel año, el gobierno inauguró el Instituto Federal de Sueroterapia. Hace 122 años, ese fue el comienzo de la historia de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).

En 1908, el Instituto recibió el nombre de Oswaldo Cruz, en honor al bacteriólogo que fue su primer director científico y que posteriormente se convirtió en director general. La transformación del Instituto en una fundación, que agrupa varias unidades de investigación científica y la producción de medicamentos y vacunas, tuvo lugar en 1970, cuando un decreto estableció la creación de la Fundación Instituto Oswaldo Cruz.

Imagem do núcleo histórico de Manguinhos, com o Pavilhão do Quinino e o Pavilhão Mourisco. Imagem: Acervo COC/Fiocruz
Imagen del centro histórico de Manguinhos, con el Pabellón Quinino y el Pabellón Mourisco. - Colección COC/Fiocruz

 

Acervo COC/Fiocruz
El científico Oswaldo Cruz - Colección COC/Fiocruz

En los primeros años, los científicos desarrollaban sueros y vacunas en un pequeño edificio de la finca Manguinhos. Un lugar que se consideraba bucólico en su momento, pero que hoy está junto a la Avenida Brasil, principal vía de acceso al centro de Río de Janeiro, por la que circulan unos 250 mil vehículos al día.

 

La historiadora Simone Kropf, de la Casa de Oswaldo Cruz, unidad responsable de preservar la historia de Fiocruz, dice que a principios del siglo pasado la finca donde funcionaba el Instituto era un lugar espacioso, y Oswaldo Cruz decidió construir un castillo para convertirlo en un símbolo de la ciencia. "El Castillo [Mourisco] es una marca de la institución y de la salud pública brasileña. Es mucho más que una construcción imponente. Es un castillo vivo que está abierto a la sociedad.”

El Castillo Mourisco se inauguró en 1918. La construcción tiene 50 metros de altura y una arquitectura que mezcla estilos, con un toque inglés en las dos torres y de inspiración árabe en las paredes y ventanas, además de mosaicos franceses y azulejos portugueses.

Con el tiempo, la fundación ha crecido y se ha ampliado. Está presente en las cinco regiones de Brasil, con centros en diez estados, además del Distrito Federal, y alianzas con instituciones científicas de 50 países y organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Actualmente, unas 5 mil personas trabajan en Fiocruz. La empleada Silvia Motta, de 61 años, se incorporó a la institución cuando tenía 23. Hoy, 38 años después, dirige la guardería de la fundación y no puede imaginar su vida lejos de allí.

“Trabajando en la fundación me siento parte del desarrollo del sistema sanitario brasileño. Me ocupo de los hijos de los investigadores que crean vacunas y medicamentos que se distribuyen por todo el país. La labor de la guardería ayuda a quienes desarrollan la investigación a concentrarse mejor en sus estudios, porque saben que su hijo está bien atendido.”

Este orgullo que siente Silvia por trabajar en Fiocruz se explica con cifras. La fundación es el mayor productor mundial de la vacuna contra la fiebre amarilla. También produce vacunas contra varias enfermedades, como el sarampión, las paperas, la rubeola, la poliomielitis y el covid-19, entre otras. Solo el año pasado, el complejo tecnológico de la fundación entregó 233 millones de dosis de vacunas al Programa Nacional de Inmunización del Ministerio de Salud.

Expansión

122 anos da Fiocruz,
Además de vacunas para diversas enfermedades, Fiocruz fabrica medicamentos - TV Brasil

En los próximos años, el complejo de producción de vacunas de Bio-Manguinhos ganará una nueva planta que se está construyendo en un terreno de Santa Cruz, barrio de la zona oeste de Río de Janeiro.

O diretor do Instituto de Biotecnologia em Imunobiológicos (Bio-Manguinhos), Maurício Zuma,fala à imprensa, após visita às instalações de produção da vacina da Fiocruz/ Oxford /AstraZeneca, no Rio de Janeiro.
Director del Instituto de Biotecnología en Inmunobiológicos (Bio-Manguinhos), Maurício Zuma - Tânia Rêgo /Agência Brasil

En el centro se podrán fabricar 120 millones de viales de vacunas al año, lo que aumentará la autonomía de Brasil en el sector.

“Incorporaremos nuevas vacunas y reduciremos los costes de importación. El complejo nos permitirá poner en práctica nuevos proyectos que está desarrollando Fiocruz y que tienen como objetivo combatir las enfermedades consideradas desatendidas, que suelen afectar a la población más pobre.”

Además de vacunas, Fiocruz también fabrica medicamentos. La producción se realiza en el laboratorio Farmanguinhos, con sede en Río de Janeiro, que es el mayor proveedor de medicamentos del gobierno federal. Tiene capacidad para producir más de 2.500 millones de píldoras en un año.

Alessandra Esteves, coordinadora de Desarrollo Tecnológico de Farmanguinhos, dice que el laboratorio es estratégico para el Ministerio de Salud. La producción nacional sirve para satisfacer la demanda del Sistema Único de Salud (SUS) y también impulsa la economía.

“Es muy importante que el gobierno domine la tecnología y la producción de medicamentos. Además de la soberanía nacional, este proceso también ayuda a crear puestos de trabajo. El trabajo de Farmanguinhos es fundamental para el bienestar de la población y también para el desarrollo económico del país.”

La producción nacional de medicamentos y vacunas solo es posible gracias al trabajo de los investigadores de Fiocruz. Cada año, la institución produce unos 800 artículos científicos. Estos estudios ayudan a combatir enfermedades como el sida, la malaria, la tuberculosis, la lepra, el sarampión y la meningitis.

La directora del Instituto Oswaldo Cruz, Tânia Araújo, afirma que esta investigación permite crear nuevos medicamentos y vacunas, como una que se está probando para combatir la esquistosomiasis y la fasciolosis. “A lo largo de la historia, hemos tenido varios logros, como la erradicación de la viruela y el descubrimiento de la enfermedad de Chagas. La inversión permanente en investigación permite a la fundación seguir ofreciendo medicamentos modernos y de calidad a la población."

Formación profesional

A presidente da Fiocruz, Nísia Trindade fala durante entrevista à Agência Brasil, na EBC, no Rio de Janeiro
La presidenta de Fiocruz, Nísia Trindade - Tomaz Silva/Agência Brasil

Fiocruz también opera en el ámbito de la formación profesional. Actualmente, la institución ofrece 48 cursos de máster y doctorado y 31 cursos de residencia en las áreas médica, de enfermería y multiprofesional. La vicepresidenta de Educación, Información y Comunicación de Fiocruz, Cristiani Machado, dice que la idea de formar nuevos profesionales surgió del propio Oswaldo Cruz.

“Él creía que solo producir medicamentos y vacunas no sería suficiente para mejorar la salud de la población. En la visión de Oswaldo Cruz, era necesario preparar a los científicos del futuro y por eso decidió que la institución fuera también un centro de enseñanza.”

La presidenta de Fiocruz, Nísia Trindade, afirma que el futuro de Brasil está relacionado con el futuro de la fundación. “Esta pandemia ha demostrado que es fundamental invertir continuamente en ciencia, tecnología y educación. Por eso es muy importante el trabajo que hace Fiocruz de forma integrada en beneficio de la sociedad.”