Brasil supera la media mundial en nacimientos prematuros
El concepto de los "nueve meses" de embarazo es una simplificación, ya que la gestación humana dura aproximadamente 40 semanas. Se considera "a término" cuando ocurre entre las 37 y las 42 semanas. Sin embargo, en 2023, casi el 12% de los nacimientos en Brasil fueron prematuros, lo que equivale a unos 300.000 bebés. Esto coloca al país por encima de la media mundial, que ronda el 10%, siendo uno de los diez países con mayor número de nacimientos prematuros al año.
Según Denise Suguitani, directora ejecutiva de la Asociación Brasileña de Padres, Familiares, Amigos y Cuidadores de Bebés Prematuros, la mayoría de estos casos podrían prevenirse. Ella señala que las tasas de parto prematuro en Brasil están fuertemente influenciadas por determinantes sociales, acceso a la salud y a la educación. Por ejemplo, el embarazo en adolescentes es un factor de riesgo importante, ya que el cuerpo de una joven aún no está preparado para la gestación. Por el contrario, un embarazo planificado tiene menores probabilidades de terminar en un parto prematuro, por lo que la planificación familiar y el acceso a atención prenatal son cruciales. "No solo la cantidad de consultas importa, sino también la calidad de la atención y la información recibida", dijo.
Por su parte, la obstetra Joeline Cerqueira, miembro de la Comisión de Cuidados Prenatales de la Federación Brasileña de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia (Febrasgo), menciona varias condiciones que pueden identificarse y tratarse durante la atención prenatal para prevenir el parto prematuro, como infecciones, ruptura prematura de membranas y síndromes hipertensivos. Estas son algunas de las principales causas de parto prematuro. La especialista enfatiza la importancia de que las mujeres embarazadas comiencen el control prenatal a tiempo, sean evaluadas para detectar factores de riesgo y sigan todas las pruebas recomendadas.
Principales causas
La hipertensión es una de las principales causas de complicaciones durante el embarazo, y no solo provoca nacimientos prematuros, sino que también es la mayor causa de muerte materna y perinatal en Brasil. Se estima que alrededor del 15% de las mujeres embarazadas sufren de hipertensión, y que una cuarta parte de los partos prematuros se deben a este motivo. Por lo tanto, la medición regular de la presión arterial durante las consultas prenatales es esencial, tal como lo señala el especialista de la Federación Brasileña de Asociaciones de Ginecología y Obstetricia (Febrasgo). Según el especialista, la prevención primaria es clave: "Detectar la posibilidad de que la mujer tenga hipertensión severa y tomar medidas preventivas, como la administración de AAS (ácido acetilsalicílico) y calcio, puede evitar hasta el 80% de los casos con mal desenlace".
Además, la rotura prematura de la bolsa amniótica es más común en embarazadas adolescentes o mayores, en personas con malformaciones uterinas, en aquellas desnutridas o que consumen alcohol, tabaco o drogas durante el embarazo. También aumenta el riesgo en embarazos múltiples o cuando la placenta se inserta de manera incorrecta. En algunos casos, aunque no se pueda revertir la causa, es posible realizar un seguimiento más frecuente de la embarazada, incluso hospitalizarla y administrar medicamentos para acelerar la maduración de los órganos del bebé y prolongar el embarazo.
Las infecciones bacterianas, especialmente las urinarias, y las infecciones de transmisión sexual también son factores importantes que contribuyen a la prematuridad. Las infecciones de transmisión sexual pueden ser detectadas mediante pruebas de laboratorio y prevenidas con prácticas de sexo seguro. En cuanto a las infecciones urinarias, son bastante comunes durante el embarazo, pero muchas veces no presentan síntomas, lo que resalta la importancia de las pruebas regulares durante el control prenatal.
Cesáreas
Denise Suguitani destaca el alto número de cesáreas programadas como uno de los factores que contribuyen a ese panorama. Según datos del Ministerio de Salud, casi el 60% de los nacimientos en 2023 fueron por cesárea. Suguitani explica que muchas cesáreas son electivas, es decir, programadas sin una indicación médica estricta. "Esto puede provocar partos prematuros, ya que el embarazo no siempre sigue un calendario exacto. Aunque el Consejo Federal de Medicina permite la programación de cesáreas electivas solo después de las 39 semanas, a veces el cálculo de la edad gestacional es incorrecto, y el bebé nace antes de alcanzar las 37 semanas, lo que puede llevar a que el bebé esté inmaduro. En estos casos, aunque no sea necesario un ingreso inmediato a la unidad de cuidados intensivos (UCI), el bebé puede tener dificultades para respirar o para alimentarse", explicó.
Suguitani también enfatiza que, incluso si los bebés prematuros son dados de alta del hospital sin problemas graves, requieren un seguimiento continuo y atención especial. La prematuridad, dice, no determina el futuro del bebé, pero sí presenta riesgos significativos que deben ser monitoreados cuidadosamente. Sin embargo, los bebés prematuros suelen necesitar un equipo multidisciplinario de especialistas, como terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, logopedas, médicos y nutricionistas, para garantizar un desarrollo adecuado y para intervenir de manera temprana si se detectan posibles problemas.