El Ministerio de Salud brasileño reportó que 1046 bebés nacieron con microcefalia y otras malformaciones neurológicas sugestivas de infección congénita desde que la cartera comenzó a investigar el vínculo entre el virus Zika y la enfermedad en octubre de 2015. En una semana, se han confirmado 102 casos nuevos.
Aún de acuerdo con el informe, otros 4 mil casos sospechosos de microcefalia están bajo investigación.
El ministerio también ha divulgado los resultados preliminares de un estudio que indica que el riesgo de microcefalia es mayor en bebés de mujeres embarazadas infectadas dentro de los tres primeros meses del embarazo.
Desde que se asoció el virus a la malformación por primera vez, infectologistas y neurólogos creen firmemente que existe una conexión entre los dos, pero para confirmar científicamente esa hipótesis aún hace falta completar el estudio.
Los resultados preliminares no encontraron vínculos entre la microcefalia y la exposición a determinadas sustancias, tales como insecticidas. Los investigadores todavía están examinando muestras de sangre de las madres y sus bebés. Los resultados finales solo se darán a conocer después de completada esa etapa.
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