Brasil logra el apoyo del G20 para la reforma de fondos climáticos
El Grupo de Trabajo del G20 sobre Finanzas Sostenibles (SFWG por sus siglas en inglés) celebró el martes (10), en Río de Janeiro, su última reunión bajo presidencia brasileña. Según los coordinadores del grupo, el principal resultado es un informe con recomendaciones para reformar los fondos ambientales y climáticos y hacerlos más accesibles. El documento fue encargado por el Grupo a expertos en la materia.
Se creó el GT para movilizar la financiación sostenible como medio de garantizar el crecimiento y la estabilidad mundiales. Se trata de promover transiciones hacia sociedades y economías más verdes, resilientes e inclusivas. La misión del grupo es identificar las barreras institucionales y de mercado a dicha financiación.
Según los coordinadores, al término de sus trabajos, el GT pudo avanzar en las cuatro áreas prioritarias propuestas por la presidencia brasileña: facilitar el acceso a los fondos verdes; principios para una transición justa; informes de sostenibilidad; e instrumentos financieros para las llamadas soluciones basadas en la naturaleza.
Cyntia Azevedo, subdirectora del Departamento de Relaciones Internacionales del Banco Central de Brasil, participó en el GT y subrayó la importancia de que las instituciones se comprometan realmente con la agenda y eviten el greenwashing, que significa crear una falsa apariencia de sostenibilidad.
“Varias de las recomendaciones del GT se dirigen precisamente a mejorar la calidad de los datos que se producen, su fiabilidad y comparabilidad. Es importante que quienes invierten sepan cómo es la actividad de cada empresa, que tengan confianza en que lo que se vende como sostenible realmente lo es. No basta con decir que es sostenible, hay que demostrar que lo es”, afirmó Cyntia Azevedo.
Desburocratizar
Desburocratizar el acceso a los fondos para el llamado Sur Global ha sido siempre una de las prioridades de Brasil. En la actualidad, cuatro organizaciones multilaterales financian la mayoría de los proyectos que intentan frenar la crisis climática: el Fondo Verde del Clima, los Fondos de Inversión en el Clima, el Fondo de Adaptación y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente.
Los criterios para obtener recursos de estos fondos son considerados burocráticos y difíciles por la mayoría de los países del Sur Global. Brasil espera que esto cambie tras las reuniones del G20.
“Damos prioridad al uso del capital político del G20 para impulsar una transformación de los principales fondos mundiales para el clima y el medio ambiente. Lo que hemos conseguido aquí no es trivial. Tenemos una agenda de implementación por delante, pero hemos conseguido que todos los miembros del G20 apoyen una agenda de reforma de la arquitectura de financiación climática”, afirmó Ivan Oliveira, coordinador del grupo y subsecretario de Financiación para el Desarrollo Sostenible del Ministerio de Hacienda.
Según el coordinador, “esto conecta fuertemente con una agenda de solidaridad en la política exterior del Presidente Lula. Se trata de una entrega sustantiva que tiene el potencial de desbloquear el sistema, para que los miles de millones de dólares que hemos asignado en estos fondos lleguen realmente a los países que los necesitan, de forma más rápida y eficaz”.