Casos de acoso sexual en el transporte público de São Paulo quedan impunes

Solamente tres de los 38 casos de acoso sexual registrados este año en la Comisaría de Policía del metro de São Paulo resultaron en prisiones en flagrante. La mayoría de los incidentes se caracterizan por conductas como apretar los genitales contra las nalgas o muslos de la víctima, manosearle o frotarse contra su cuerpo. Esos actos se clasifican como delitos de menor potencial ofensivo.

Según el comisario Cícero Simon da Costa, los tres abusadores detenidos en flagrante fueron imputados por el delito de violación, ya que esos casos fueron más graves. En uno de ellos, comenta el delegado, el abusador actuó con violencia contra la víctima, retorciéndole el brazo y eyaculando en su pierna. La segunda situación fue similar. En el tercer caso, el agresor metió su mano debajo del vestido de la víctima para abusarla. Los tres hombres siguen detenidos.

Según el comisario, los 35 hombres que abusaron de pasajeras fueron inculpados por atentado ofensivo contra el pudor –cuando la víctima es acosada sexualmente en lugar público–. En esos casos, explica el comisario, los hombres firman un término de compromiso, son citados a una audiencia y pueden ser obligados a pagar una multa o cumplir servicios a la comunidad.

"Sería demasiado severo aplicar la prisión en flagrante en dichos casos. Se podría interpretar como abuso de autoridad. No podemos escapar de la ley", declaró el comisario.

Según una encuesta realizada a principios de este mes por la Secretaría Departamental de Seguridad Pública, se registraron, en todo el estado, 285 casos de atentado ofensivo al pudor este año. De esos casos, 17 ocurrieron en transportes públicos y 13 en paradas de autobús.

Traducción: Lucas Magdiel