Historiador sobre intento de golpe: 'Hechos graves y apuesta al caos'
“Los hechos fueron muy graves y no se quedaron en discursos y tensión política contra la democracia, sino que apostaron y trabajaron por el caos social y el retorno de la dictadura”. El historiador Marcos Napolitano, profesor de Historia de la Universidad de São Paulo (USP), investigador de la Fundación Paulista de Investigación (Fapesp) y especialista en la república brasileña, con énfasis en el periodo militar, así considera los hechos recientemente revelados por la Policía Federal sobre el intento de golpe contra la democracia del país.
Según Napolitano, el Supremo Tribunal Federal (STF) y la Policía Federal hicieron lo que tenían que hacer, “lo que ya es un paso adelante”, y ahora hay que esperar la posición de la Procuraduría General de la República (PGR), que decidirá si abre o no una investigación sobre las responsabilidades de los implicados en el intento de golpe, que fue instado bajo el gobierno del entonces presidente Jair Bolsonaro.
El historiador también dijo que una de las razones por las que el golpe no tuvo éxito fue la existencia de más consenso liberal-democrático en las instituciones políticas y jurídicas que en el pasado. De acuerdo con él, sin embargo, la principal razón del fracaso fue la falta de organización y apoyo institucional, especialmente de los sectores liberales y de la clase media, “que esta vez no se embarcaron en la aventura, a diferencia de 2016” –cuando la presidenta Dilma Rousseff fue destituida por el Congreso en un polémico proceso de impeachment–.
“Los golpistas de 2022 contaban incluso con un apoyo razonable en la sociedad, pero sin apoyo institucional en las Fuerzas Armadas, los grupos políticos organizados (partidos, asociaciones civiles), la prensa y el Parlamento, los golpes tienen pocas probabilidades de prosperar. Sin embargo, eso no disminuye la gravedad del crimen cometido contra la democracia por dirigentes civiles y militares entre 2022 y principios de 2023”, explicó Napolitano.
El investigador también dijo que en la reciente intentona golpista “los líderes y simpatizantes de la extrema derecha se sintieron alentados por el golpe de 2016, que fue básicamente un golpe parlamentario con apoyo social y legal”. El profesor cree que los golpistas “se quedaron con la sensación de que ese trabajo no fue bien hecho, ya que Lula todavía podía volver al poder a través de elecciones”.
Otros golpes
Napolitano recordó que hubo varios golpes de Estado entre 1950 y 1964, “algunos de ellos muy estúpidos y disparatados”. “Los golpistas aprendieron de tantos errores y se organizaron mejor para 1964”, comentó. Por ello, el investigador cree que es necesario “mantenerse alerta, castigar los intentos de golpe y no quedarse en el discurso optimista de que “nuestras instituciones son fuertes” o “la sociedad ya no acepta los golpes de Estado”.
Para proporcionar una base más sólida a la democracia brasileña e inhibir nuevos intentos de golpe, el historiador cree que es necesario “reforzar la creencia en la democracia y en las formas negociadas de resolución de conflictos en la vida cotidiana de los ciudadanos corrientes de todas las clases y grupos sociales, en las escuelas, iglesias, familias y barrios”. Subraya, sin embargo, que “esto es muy difícil en un país extremadamente desigual, violento y con una cultura política autoritaria resistente entre sus propios actores institucionales”.
Además, según Napolitano, “las élites políticas de todas las ideologías tienen que saber aislar a los aventureros y golpistas que aparecen de vez en cuando dentro del propio sistema político, y tienen que tomarse en serio la gestión mínimamente decente y republicana del país”. “Y finalmente castigar a los golpistas civiles y militares de forma ejemplar y en el marco de la ley”, concluye.